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EL ISAAC(Gn. 24,1-28,9)

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Génesis 24

1 Abraham era ya un viejo entrado en años, y Yahveh había bendecido a Abraham en todo.

2 Abraham dijo al siervo más viejo de su casa y mayordomo de todas sus cosas: «Ea, pon tu mano debajo de mi muslo,

3 que voy a juramentarte por Yahveh, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás mujer para mi hijo de entre las hijas de los cananeos con los que vivo;

4 sino que irás a mi tierra y a mi patria a tomar mujer para mi hijo Isaac.»

5 Díjole el siervo: «Tal vez no quiera la mujer seguirme a este país. ¿Debo en tal caso volver y llevar a tu hijo a la tierra de donde saliste?»

6 Díjole Abraham: «Guárdate de llevar allá a mi hijo.

7 Yahveh, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que me tomó de mi casa paterna y de mi patria, y que me habló y me juró, diciendo: "A tu descendencia daré esta tierra", él enviará su Ángel delante de ti, y tomarás de allí mujer para mi hijo.

8 Si la mujer no quisiere seguirte, no responderás de este juramento que te tomo. En todo caso, no lleves allá a mi hijo.»

9 El siervo puso su mano debajo del muslo de su señor Abraham y le prestó juramento según lo hablado.

10 Tomó el siervo diez camellos de los de su señor y de las cosas mejores de su señor y se puso en marcha hacia Aram Naharáyim, hacia la ciudad de Najor.

11 Hizo arrodillar al los camellos fuera de la ciudad junto al pozo, al atardecer, a la hora de salir las aguadoras,

12 y dijo: «Yahveh, Dios de mi señor Abraham: dame suerte hoy, y haz favor a mi señor Abraham.

13 Voy a quedarme parado junto a la fuente, mientras las hijas de los ciudadanos salen a sacar agua.

14 Ahora bien, la muchacha a quien yo diga "Inclina, por favor, tu cántaro para que yo beba", y ella responda: "Bebe, y también voy a abrevar tus camellos", ésa sea la que tienes designada para tu siervo Isaac, y por ello conoceré que haces favor a mi señor.»

15 Apenas había acabado de hablar, cuando he aquí que salía Rebeca, hija de Betuel, el hijo de Milká, la mujer de Najor, hermano de Abraham, con su cántaro al hombro.

16 La joven era de muy buen ver, virgen, que no había conocido varón. Bajó a la fuente, llenó su cántaro y subió.

17 El siervo corrió a su encuentro y dijo: «Dame un poco de agua de tu cántaro.»

18 «Bebe, señor», dijo ella, y bajando en seguida el cántaro sobre su brazo, le dio de beber.

19 Y en acabando de darle, dijo: «También para tus camellos voy a sacar, hasta que se hayan saciado.»

20 Y apresuradamente vació su cántaro en el abrevadero y corriendo otra vez al pozo sacó agua para todos los camellos.

21 El hombre la contemplaba callando para saber si Yahveh había dado éxito o no a su misión.

22 En cuanto los camellos acabaron de beber, tomó el hombre un anillo de oro de medio siclo de peso, que colocó en la nariz de la joven, y un par de brazaletes de diez siclos de oro en sus brazos,

23 y dijo: «¿De quién eres hija? Dime: ¿hay en casa de tu padre sitio para hacer noche?»

24 Ella le dijo: «Soy hija de Betuel, el hijo que Milká dio a Najor.»

25 Y agregó: «También tenemos paja y forraje en abundancia, y sitio para pasar la noche.»

26 Entonces se postró el hombre y adoró a Yahveh,

27 diciendo: «Bendito sea Yahveh, el Dios de mi señor Abraham, que no ha retirado su favor y su lealtad para con mi señor. Yahveh me ha traído a parar a casa del hermano de mi señor.»

28 La joven corrió a anunciar a casa de su madre todas estas cosas.

29 Tenía Rebeca un hermano llamado Labán. Este corrió donde el hombre, afuera, a la fuente.

30 En efecto, en cuanto vio el anillo y los brazaletes en los brazos de su hermana, y oyó decir a su hermana Rebeca: «Así me ha hablado aquel hombre», se llegó a donde él. Le encontró todavía junto a los camellos cerca de la fuente,

31 y le dijo: «Ven, bendito de Yahveh. ¿Por qué te quedas parado fuera, si yo he desocupado la casa y he hecho sitio para los camellos?»

32 El hombre entró en la casa, y Labán desaparejó los camellos, les dio paja y forraje, y al hombre y a sus acompañantes agua para lavarse los pies.

33 Después les sirvió de comer, pero el otro dijo: «No comeré hasta no haber dicho lo que tengo que decir.» A lo que respondió Labán: «Habla.»

34 «Yo soy, dijo, siervo de Abraham.

35 Yahveh ha bendecido con largueza a mi señor, que se ha hecho rico, pues le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y esclavas, camellos y asnos.

36 Y Sara, la mujer de mi señor, envejecida ya, dio a luz un hijo a mi señor, que le ha cedido todo cuanto posee.

37 En cuanto a mí, mi señor me ha tomado juramento, diciendo: "No tomarás mujer para mi hijo de entre las hijas de los cananeos en cuyo país resido.

38 ¡Como no vayas a casa de mi padre y a mi parentela a tomar mujer para mi hijo...!"

39 Yo dije a mi señor: "¿Y si acaso no me sigue la mujer?"

40 Y él me dijo: "Yahveh, en cuya presencia he andado, enviará su Ángel contigo, y dará éxito a tu viaje, y así tomarás mujer para mi hijo de mi parentela y de la casa de mi padre.

41 Entonces quedarás libre de mi maldición, cuando llegues a mi parentela; y si no te la dieren también quedarás libre de mi maldición.»

42 Pues bien: llego hoy a la fuente y me digo: "Yahveh, Dios de mi señor Abraham, si en efecto das éxito a este mi viaje,

43 aquí me quedo parado junto a la fuente. La doncella que salga a sacar agua, y yo le diga: Dame de beber un poco de agua de tu cántaro

44 y ella me responda: Bebe tú, y voy a sacar también para tus camellos, ésa será la mujer que Yahveh tiene destinada para el hijo de mi señor."

45 Apenas había acabado de hablar conmigo mismo, cuando he aquí que Rebeca salía con su cántaro al hombro, bajó a la fuente y sacó agua. Yo le dije: "Ea, dame de beber",

46 y enseguida bajó su cántaro del hombro y dijo: "Bebe, y también voy a abrevar tus camellos." Bebí, pues, y ella abrevó también los camellos.

47 Yo le pregunté: "¿De quién eres hija?" Me respondió: "Soy hija de Betuel, el hijo que Milká dio a Najor." Entonces puse el anillo en su nariz, y los brazaletes en sus brazos,

48 y postrándome adoré a Yahveh, y bendije a Yahveh, el Dios de mi señor Abraham, que me había puesto en el buen camino para tomar a la hija del hermano de mi señor para su hijo.

49 Ahora, pues, decidme si estáis dispuestos a usar de favor y lealtad para con mi señor, y si no, decídmelo también, para que yo tire por la derecha o por la izquierda.»

50 Respondieron Labán y Betuel: «De Yahveh ha salido este asunto. Nosotros no podemos decirte está mal o está bien.

51 Ahí tienes delante a Rebeca: tómala y vete, y sea ella mujer del hijo de tu señor, como ha dicho Yahveh.»

52 Cuando el siervo de Abraham oyó lo que decían, adoró a Yahveh en tierra.

53 Acto seguido sacó el siervo objetos de plata y oro y vestidos, y se los dio a Rebeca. También hizo regalos a su hermano y a su madre.

54 Luego comieron y bebieron, él y los hombres que le acompañaban, y pasaron la noche. Por la mañana se levantaron, y él dijo: «Permitidme que marche donde mi señor.»

55 El hermano y la madre de Rebeca dijeron: «Que se quede la chica con nosotros unos días, por ejemplo diez. Luego se irá.»

56 Mas él les dijo: «No me demoréis. Puesto que Yahveh ha dado éxito a mi viaje, dejadme salir para que vaya donde mi señor.»

57 Ellos dijeron: «Llamemos a la joven y preguntémosle su opinión.»

58 Llamaron, pues, a Rebeca, y le dijeron: «¿Qué? ¿te vas con este hombre?» «Me voy», contestó ella.

59 Entonces despidieron a su hermana Rebeca con su nodriza, y al siervo de Abraham y a sus hombres.

60 Y bendijeron a Rebeca, y le decían: «¡Oh hermana nuestra, que llegues a convertirte en millares de miríadas, y conquiste tu descendencia la puerta de sus enemigos!»

61 Levantóse Rebeca con sus doncellas y, montadas en los camellos, siguieron al hombre. El siervo tomó a Rebeca y se fue.

62 Entretanto, Isaac había venido del pozo de Lajay Roí, pues habitaba en el país del Négueb.

63 Una tarde había salido Isaac de paseo por el campo, cuando he aquí que al alzar la vista, vio que venían unos camellos.

64 Rebeca a su vez alzó sus ojos y viendo a Isaac, se apeó del camello,

65 y dijo al siervo: «¿Quién es aquel hombre que camina por el campo a nuestro encuentro?» Dijo el siervo: «Es mi señor.» Entonces ella tomó el velo y se cubrió.

66 El siervo contó a Isaac todo lo que había hecho,

67 e Isaac introdujo a Rebeca en la tienda, tomó a Rebeca, que pasó a ser su mujer, y él la amó. Así se consoló Isaac por la pérdida de su madre.

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Génesis 25

1 Abraham volvió a tomar otra mujer, llamada Queturá.

2 Esta le dio a Zimrán, Yoqsán, Medán, Madián, Yisbaq y Súaj.

3 - Yoqsán engendró a Seba y a Dedán. Hijos de Dedán fueron los asuritas, los letusíes y los leumies. -

4 Hijos de Madián: Efá, Efer, Henoc, Abidá y Eldaá. Todos éstos, hijos de Queturá.

5 Abraham dio todo cuanto tenía a Isaac.

6 A los hijos de las concubinas que tenía Abraham les hizo donaciones y, viviendo aún él, los separó de Isaac, enviándoles hacia levante, al país de Oriente.

7 Estos fueron los días de vida de Abraham: 175 años.

8 Expiró, pues, Abraham y murió en buena ancianidad, viejo y lleno de días, y fue a juntarse con su pueblo.

9 Sus hijos Isaac e Ismael le sepultaron en la cueva de la Makpelá, al borde de la finca de Efrón, hijo de Sójar, el hitita, enfrente de Mambré.

10 En la finca que Abraham había comprado a los hijos de Het, allí fue sepultado Abraham con su mujer Sara.

11 Después de la muerte de Abraham, bendijo Dios a su hijo Isaac. Isaac se estableció en las inmediaciones del pozo de Lajay Roí.

12 Estos son los descendientes de Ismael, hijo de Abraham, el que le dio a Abraham Agar la egipcia, esclava de Sara;

13 y estos son los nombres de los hijos de Ismael, por orden de nacimiento: El primogénito de Ismael, Nebayot; después, Quedar, Adbeel, Mibsam,

14 Mismá, Dumá, Massá,

15 Jadad, Temá, Yetur, Nafís y Quedmá.

16 Estos son los hijos de Ismael, y éstos sus nombres según sus poblados y sus aduares: doce caudillos de otros tantos pueblos.

17 Y estos fueron los años de vida de Ismael: 137 años. Luego expiró y murió, y fue a juntarse con su pueblo.

18 Ocupó desde Javilá hasta Sur, que cae enfrente de Egipto, según se va a Asur. Se estableció enfrente de todos sus hermanos.

19 Esta es la historia de Isaac, hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac.

20 Tenía Isaac cuarenta años cuando tomó por mujer a Rebeca, hija de Betuel, el arameo de Paddán Aram, y hermana de Labán el arameo.

21 Isaac suplicó a Yahveh en favor de su mujer, pues era estéril, y Yahveh le fue propicio, y concibió su mujer Rebeca.

22 Pero los hijos se entrechocaban en su seno. Ella se dijo: «Siendo así, ¿para qué vivir?» Y fue a consultar a Yahveh.

23 Yahveh le dijo: «Dos pueblos hay en tu vientre, dos naciones que, al salir de tus entrañas, se dividirán. La una oprimirá a la otra; el mayor servirá al pequeño.»

24 Cumpliéronsele los días de dar a luz, y resultó que había dos mellizos en su vientre.

25 Salió el primero, rubicundo todo él, como una pelliza de zalea, y le llamaron Esaú.

26 Después salió su hermano, cuya mano agarraba el talón de Esaú, y se llamó Jacob. Isaac tenía sesenta años cuando los engendró.

27 Crecieron los muchachos. Esaú llegó a ser un cazador experto, un hombre montaraz, y Jacob un hombre muy de la tienda.

28 Isaac quería a Esaú, porque le gustaba la caza, y Rebeca quería a Jacob.

29 Una vez, Jacob había preparado un guiso cuando llegó Esaú del campo, agotado.

30 Dijo Esaú a Jacob: «Oye, dame a probar de lo rojo, de eso rojo, porque estoy agotado.» - Por eso se le llamó Edom. -

31 Dijo Jacob: «Véndeme ahora mismo tu primogenitura.»

32 Dijo Esaú: «Estoy que me muero. ¿Qué me importa la primogenitura?»

33 Dijo Jacob: «Júramelo ahora mismo.» Y él se lo juró, vendiendo su primogenitura a Jacob.

34 Jacob dio a Esaú pan y el guiso de lentejas, y éste comió y bebió, se levantó y se fue. Así desdeñó Esaú la primogenitura.

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Génesis 26

1 Hubo hambre en el país - aparte de la primera que tuvo lugar en tiempo de Abraham - y fue Isaac a Guerar, a donde Abimélek, rey de los filisteos.

2 Yahveh se le apareció y le dijo: «No bajes a Egipto. Quédate en la tierra que yo te indique.

3 Reside en esta tierra, y yo te asistiré y bendeciré; porque a ti y a tu descendencia he de dar todas estas tierras, y mantendré el juramento que hice a tu padre Abraham.

4 Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras. Y por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra,

5 en pago de que Abraham me obedeció y guardó mis observancias, mis mandamientos, mis preceptos y mis instrucciones.»

6 Establecióse, pues, Isaac en Guerar.

7 Los del lugar le preguntaban por su mujer, y él decía: «Es mi hermana.» En efecto, le daba reparo decir: «Es mi mujer», no fuesen a matarle los del lugar por causa de Rebeca, ya que ella era de buen ver.

8 Ya llevaba largo tiempo allí, cuando aconteció que Abimélek, rey de los filisteos, atisbando por una ventana, observó que Isaac estaba solazándose con su mujer Rebeca.

9 Llama Abimélek a Isaac y le dice: ¡Con que es tu mujer! ¿Pues cómo has venido diciendo: Es mi hermana?» Dícele Isaac: «Es que me dije: A ver si voy a morir por causa de ella.»

10 Replicó Abimélek: «¿Qué es lo que nos has hecho? Si por acaso llega a acostarse cualquiera del pueblo con tu mujer, tú nos habrías echado la culpa.»

11 Entonces Abimélek ordenó a todo el pueblo: «Quien tocare a este hombre o a su mujer, morirá sin remedio.»

12 Isaac sembró en aquella tierra, y cosechó aquel año el ciento por uno. Yahveh le bendecía

13 y el hombre se enriquecía, se iba enriqueciendo más y más hasta que se hizo riquísimo.

14 Tenía rebaños de ovejas y vacadas y copiosa servidumbre. Los filisteos le tenían envidia.

15 Todos los pozos que habían cavado los siervos de su padre - en tiempos de su padre Abraham - los habían cegado los filisteos, llenándolos de tierra.

16 Entonces Abimélek dijo a Isaac: «Apártate de nuestro lado, porque te has hecho mucho más poderoso que nosotros.»

17 Isaac se fue de allí y acampó en la vaguada de Guerar, estableciéndose allí.

18 Isaac volvió a cavar los pozos de agua que habían cavado los siervos de su padre Abraham, y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham, y les puso los mismos nombres que les había puesto su padre.

19 Cavaron los siervos de Isaac en la vaguada y encontraron allí un pozo de aguas vivas.

20 Pero riñeron los pastores de Guerar con los pastores de Isaac, diciendo: «El agua es nuestra.» El llamó al pozo Eseq, ya que se habían querellado con él.

21 Excavaron otro pozo, y también riñeron por él: lo llamó Sitná.

22 Partió de allí y cavó otro pozo, y ya no riñeron por él: lo llamó Rejobot, y dijo: «Ahora Yahveh nos ha dado desahogo, y prosperaremos en esta tierra.

23 De allí subió a Berseba.

24 Yahveh se le apareció aquella noche y dijo: «Yo soy el Dios de tu padre Abraham. No temas, porque yo estoy contigo. Te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abraham, mi siervo.»

25 Allí construyó un altar e invocó el nombre de Yahveh. Allí desplegó su tienda, y los siervos de Isaac perforaron allí un pozo.

26 Entonces Abimélek fue a donde él desde Guerar, con Ajuzat, uno de sus familiares, y Pikol, capitán de su tropa.

27 Díceles Isaac: «¿Cómo es que venís a mí. vosotros que me odiáis y me habéis echado de vuestra compañía?»

28 Contestaron ellos: «Hemos visto claramente que Yahveh se ha puesto de tu parte, y hemos dicho: "Ea, haya un juramento entre nosotros, entre tú y nosotros, y vamos a hacer un pacto contigo,

29 de que no nos harás mal, como tampoco nosotros te hemos tocado a ti; no te hemos hecho sino bien, y te hemos dejado ir en paz, ¡oh bendito de Yahveh!"»

30 El les dio un banquete, y comieron y bebieron.

31 De madrugada, se levantaron y se hicieron mutuo juramento; luego Isaac les despidió, y se fueron en paz de su lado.

32 Aquel mismo día llegaron unos siervos de Isaac y le dieron la noticia del pozo que habían cavado, diciéndole: «Hemos hallado agua.»

33 El lo llamó Seba, de donde el nombre de la ciudad de Berseba, hasta la fecha.

34 Cuando Esaú tenía cuarenta años, tomó por mujeres a Judit, hija de Beerí el hitita, y a Basmat, hija de Elón el hitita,

35 las cuales fueron amargura para Isaac y Rebeca.

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Génesis 27

1 Como hubiese envejecido Isaac, y no viese ya por tener debilitados sus ojos, llamó a Esaú, su hijo mayor: ¡Hijo mío!» El cual le respondió: «Aquí estoy.»

2 «Mira, dijo, me he hecho viejo e ignoro el día de mi muerte.

3 Así pues, toma tus saetas, tu aljaba y tu arco, sal al campo y me cazas alguna pieza.

4 Luego me haces un guiso suculento, como a mí me gusta, y me lo traes para que lo coma, a fin de que mi alma te bendiga antes que me muera.»

5 - Ahora bien, Rebeca estaba escuchando la conversación de Isaac con su hijo Esaú. - Esaú se fue al campo a cazar alguna pieza para el padre,

6 y entonces Rebeca dijo a su hijo Jacob: «Acabo de oír a tu padre que hablaba con tu hermano Esaú diciendo:

7 Tráeme caza, y hazme un guiso suculento para que yo lo coma y te bendiga delante de Yahveh antes de morirme.

8 Pues bien, hijo mío, hazme caso en lo que voy a recomendarte.

9 Ve al rebaño y tráeme de allí dos cabritos hermosos. Yo haré con ellos un guiso suculento para tu padre como a él le gusta,

10 y tú se lo presentas a tu padre, que lo comerá, para que te bendiga antes de su muerte.»

11 Jacob dijo a su madre Rebeca: ¡Pero si mi hermano Esaú es velludo, y yo soy lampiño!

12 ¡A ver si me palpa mi padre, y le parece que estoy mofándome de él! ¡Entonces me habré buscado una maldición en vez de una bendición!»

13 Dícele su madre: «¡Sobre mí tu maldición, hijo mío! Tú, obedéceme, basta con eso, ve y me los traes.»

14 El fue a buscarlos y los llevó a su madre, y ella hizo un guiso suculento, como le gustaba a su padre.

15 Después tomó Rebeca ropas de Esaú, su hijo mayor, las más preciosas que tenía en casa, y vistió a Jacob, su hijo pequeño.

16 Luego, con las pieles de los cabritos le cubrió las manos y la parte lampiña del cuello,

17 y puso el guiso y el pan que había hecho en las manos de su hijo Jacob.

18 Este entró a donde su padre, y dijo: «¡Padre!» El respondió: «Aquí estoy; ¿quién eres, hijo?»

19 Jacob dijo a su padre: «Soy tu primogénito Esaú. He hecho como dijiste, Anda, levántate, siéntate, y come de mi caza, para que me bendiga tu alma.»

20 Dice Isaac a su hijo: «¡Qué listo has andado en hallarla, hijo!» - Respondió: «Sí; es que Yahveh, tu Dios, me la puso delante.»

21 Dice Isaac a Jacob: «Acércate, que te palpe, hijo, a ver si realmente eres o no mi hijo Esaú.»

22 Acercóse Jacob a su padre Isaac, el cual le palpó y dijo: «La voz es la de Jacob, pero las manos son las manos de Esaú.»

23 Y no le reconoció, porque sus manos estaban velludas, como las de su hermano Esaú. Y se dispuso a bendecirle.

24 Dijo, pues: «¿Eres tú realmente mi hijo Esaú?» Respondió: «El mismo.»

25 Dijo entonces: «acércamelo, que coma de la caza, hijo, para que te bendiga mi alma.» Acercóle, y comió; le trajo también vino, y bebió.

26 Dícele su padre Isaac: «Acércate y bésame, hijo.»

27 El se acercó y le besó, y al aspirar Isaac el aroma de sus ropas, le bendijo diciendo: «Mira, el aroma de mi hijo como el aroma de un campo, que ha bendecido Yahveh.

28 ¡Pues que Dios te dé el rocío del cielo y la grosura de la tierra, mucho trigo y mosto!

29 Sírvante pueblos, adórente naciones, sé señor de tus hermanos y adórente los hijos de tu madre. ¡Quien te maldijere, maldito sea, y quien te bendijere, sea bendito!»

30 Así que hubo concluido Isaac de bendecir a Jacob, y justo cuando acababa de salir Jacob de la presencia de su padre Isaac, llegó su hermano Esaú de su cacería.

31 Hizo también él un guiso suculento y llevándoselo a su padre le dijo: «Levántese mi padre y coma de la caza de su hijo, para que me bendiga tu alma.»

32 Dícele su padre Isaac: «¿Quién eres tú?» Contestóle: «Soy tu hijo primogénito, Esaú.»

33 A Isaac le entró un temblor fuerte, y le dijo: «Pues entonces, ¿quién es uno que ha cazado una pieza y me le ha traído? Porque de hecho yo he comido antes que tú vinieses, y le he bendecido, y bendito está.»

34 Al oír Esaú las palabras de su padre, lanzó un grito fuerte y por extremo amargo, y dijo a su padre: «¡Bendíceme también a mí, padre mío!»

35 Díjole éste: «Ha venido astutamente tu hermano, y se ha llevado tu bendición.»

36 Dijo Esaú: «Con razón se llama Jacob, pues me ha suplantado estas dos veces: se llevó mi primogenitura, y he aquí que ahora se ha llevado mi bendición.» Y añadió: «¿No has reservado alguna bendición para mí?»

37 Respondió Isaac y dijo a Esaú: «Mira, le he puesto por señor tuyo, le he dado por siervos a todos sus hermanos y le he abastecido de trigo y vino. Según eso, ¿qué voy a hacer por ti, hijo mío?»

38 Dijo Esaú a su padre: «¿Es que tu bendición es única, padre mío? ¡Bendíceme también a mí, padre mío!» Isaac guardó silencio y Esaú alzó la voz y rompió a llorar.

39 Su padre Isaac le dijo por respuesta: «He aquí que lejos de la grosura de la tierra será tu morada, y lejos del rocío que baja del cielo.

40 De tu espada vivirás y a tu hermano servirás. Mas luego, cuando te hagas libre, partirás su yugo de sobre tu cerviz.»

41 Esaú se enemistó con Jacob a causa de la bendición con que le había bendecido su padre; y se dijo Esaú: «Se acercan ya los días del luto por mi padre. Entonces mataré a mi hermano Jacob.»

42 Se dio aviso a Rebeca de las palabras de Esaú, su hijo mayor; y ella envió a llamar a Jacob, su hijo pequeño, y le dijo: «Mira que tu hermano Esaú va a vengarse de ti matándote.

43 Ahora, pues, hijo mío, hazme caso: levántate y huye a Jarán, a donde mi hermano Labán,

44 y te quedas con él una temporada, hasta que se calme la cólera de tu hermano;

45 hasta que se calme la ira de tu hermano contra ti, y olvide lo que has hecho. Entonces enviaré yo a que te traigan de allí. ¿Por qué he de perderos a los dos en un mismo día?»

46 Rebeca dijo a Isaac: «Me da asco vivir al lado de las hijas de Het. Si Jacob toma mujer de las hijas de Het como las que hay por aquí, ¿para qué seguir viviendo?»

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Génesis 28

1 Llamó, pues, Isaac a Jacob, le bendijo y le dio esta orden: «No tomes mujer de las hijas de Canaán.

2 Levántate y ve a Paddán Aram, a casa de Betuel, padre de tu madre, y toma allí mujer de entre las hijas de Labán, hermano de tu madre.

3 Que El Sadday te bendiga, te haga fecundo y te acreciente, y que te conviertas en asamblea de pueblos.

4 Que te dé la bendición de Abraham a ti y a tu descendencia, para que te hagas dueño de la tierra donde has vivido y que Dios ha dado a Abraham.»

5 Y despidió Isaac a Jacob, el cual se fue a Paddán Aram, a casa de Labán, hijo de Betuel el arameo, hermano de Rebeca, la madre de Jacob y de Esaú.

6 Vio Esaú que Isaac había bendecido a Jacob, y le enviaba a Paddán Aram a tomarse mujer allí, y que al bendecirle le había dado esta orden: «No tomes mujer de las hijas de Canaán»,

7 y Jacob, obedeciendo a su padre y a su madre, había marchado a Paddán Aram.

8 Vio, pues, Esaú que las hijas de Canaán eran mal vistas de su padre Isaac,

9 y acudiendo Esaú a Ismael, tomóse por mujer, además de las que tenía, a Majlat, hija de Ismael, el hijo de Abraham, y hermana de Nebayot.

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