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SALMOS 51-75

(Los números de los Salmos entre paréntesis corresponden a la Vulgata)

 

51    52    53    54    55    56    57    58    59    60    61    62    63    64    65    66    67    68    69    70    71    72    73    74    75

 

Salmo 51 (50)

(1) = Del maestro de coro. Salmo. De David. =

(2) = Cuando el profeta Natán le visitó después que aquél se había unido a Betsabé. =

1 (3) Tenme piedad, oh Dios, según tu amor, por tu inmensa ternura borra mi delito,

2 (4) lávame a fondo de mi culpa, y de mi pecado purifícame.

3 (5) Pues mi delito yo lo reconozco, mi pecado sin cesar está ante mí;

4 (6) contra ti, contra ti solo he pecado, lo malo a tus ojos cometí. Por que aparezca tu justicia cuando hablas y tu victoria cuando juzgas.

5 (7) Mira que en culpa ya nací, pecador me concibió mi madre.

6 (8) Mas tú amas la verdad en lo íntimo del ser, y en lo secreto me enseñas la sabiduría.

7 (9) Rocíame con el hisopo, y seré limpio, lávame, y quedaré más blanco que la nieve.

8 (10) Devuélveme el son del gozo y la alegría, exulten los huesos que machacaste tú.

9 (11) Retira tu faz de mis pecados, borra todas mis culpas.

10 (12) Crea en mí, oh Dios, un puro corazón, un espíritu firme dentro de mí renueva;

11 (13) no me rechaces lejos de tu rostro, no retires de mí tu santo espíritu.

12 (14) Vuélveme la alegría de tu salvación, y en espíritu generoso afiánzame;

13 (15) enseñaré a los rebeldes tus caminos, y los pecadores volverán a ti.

14 (16) Líbrame de la sangre, Dios, Dios de mi salvación, y aclamará mi lengua tu justicia;

15 (17) abre, Señor, mis labios, y publicará mi boca tu alabanza.

16 (18) Pues no te agrada el sacrificio, si ofrezco un holocausto no lo aceptas.

17 (19) El sacrificio a Dios es un espíritu contrito; un corazón contrito y humillado, oh Dios, no lo desprecias.

18 (20) ¡Favorece a Sión en tu benevolencia, reconstruye las murallas de Jerusalén!

19 (21) Entonces te agradarán los sacrificios justos, - holocausto y oblación entera - se ofrecerán entonces sobre tu altar novillos.

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Salmo 52 (51)

(1) = Del maestro de coro. Poema. De David. =

(2) = Cuando el edomita Doeg vino a avisar a Saúl diciéndole: «David ha entrado en casa de Ajimélek.» =

1 (3) ¿Por qué te glorías del mal, héroe de infamia? Todo el día

2 (4) pensando estás en crímenes, tu lengua es una afilada navaja, oh artífice de engaño.

3 (5) El mal al bien prefieres, la mentira a la justicia; = Pausa. =

4 (6) amas toda palabra de perdición, oh lengua engañadora.

5 (7) Por eso Dios te aplastará, te destruirá por siempre, te arrancará de tu tienda, te extirpará de la tierra de los vivos. = Pausa. =

6 (8) Los justos lo verán y temerán, se reirán de él:

7 (9) «¡Ese es el hombre que no puso en Dios su refugio, mas en su gran riqueza confiaba, se jactaba de su crimen!»

8 (10) Mas yo, como un olivo verde en la Casa de Dios, en el amor de Dios confío para siempre jamás.

9 (11) Te alabaré eternamente por lo que has hecho; esperaré en tu nombre, porque es bueno con los que te aman

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Salmo 53 (52)

(1) = Del maestro de coro. Para la enfermedad. Poema. De David. =

1 (2) Dice en su corazón el insensato: «¡No hay Dios!» Corrompidos están, de conducta abominable, no hay quien haga el bien.

2 (3) Se asoma Dios desde los cielos hacia los hijos de Adán, por ver si hay un sensato, alguien que busque a Dios.

3 (4) Todos ellos están descarriados, en masa pervertidos. No hay quien haga el bien, ni uno siquiera.

4 (5) ¿No aprenderán todos los agentes de mal que comen a mi pueblo como se come el pan, y no invocan a Dios?

5 (6) Allí de espanto temblarán, donde nada hay que espante. Pues Dios dispersa los huesos de tu sitiador, se les ultraja porque Dios los rechaza.

6 (7) ¿Quién traerá de Sión la salvación de Israel? ¡Cuando Dios cambie la suerte de su pueblo, exultará Jacob, se alegrará Israel!

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Salmo 54 (53)

(1) = Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Poema. De David. =

(2) = Cuando los zifitas vinieron a decir a Saúl: «¿No está escondido David entre nosotros?» =

1 (3) ¡Oh Dios, sálvame por tu nombre, por tu poderío hazme justicia,

2 (4) oh Dios, escucha mi oración, atiende a las palabras de mi boca!

3 (5) Pues se han alzado contra mí arrogantes, rabiosos andan en busca de mi alma, sin tener para nada a Dios presente. = Pausa. =

4 (6) Mas ved que Dios viene en mi auxilio, el Señor con aquellos que sostienen mi alma.

5 (7) ¡El mal recaiga sobre los que me asechan, Yahveh, por tu verdad destrúyelos!

6 (8) De corazón te ofreceré sacrificios, celebraré tu nombre, porque es bueno,

7 (9) porque de toda angustia me ha librado, y mi ojo se recreó en mis enemigos

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Salmo 55 (54)

(1) = Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Poema. De David. =

1 (2) Escucha, oh Dios, mi oración, no te retraigas a mi súplica,

2 (3) dame oídos, respóndeme, en mi queja me agito. Gimo

3 (4) ante la voz del enemigo, bajo el abucheo del impío; pues vierten sobre mí falsedades y con saña me hostigan.

4 (5) Se me estremece dentro el corazón, me asaltan pavores de muerte;

5 (6) miedo y temblor me invaden, un escalofrío me atenaza.

6 (7) Y digo: ¡Quién me diera alas como a la paloma para volar y reposar!

7 (8) Huiría entonces lejos, en el desierto moraría.

8 (9) En seguida encontraría un asilo contra el viento furioso y la tormenta. = Pausa. =

9 (10) ¡Oh, piérdelos, Señor, enreda sus lenguas!, pues veo discordia y altercado en la ciudad;

10 (11) rondan día y noche por sus murallas. Y dentro de ella falsedad y malicia,

11 (12) insidias dentro de ella, jamás se ausentan de sus plazas la tiranía y el engaño.

12 (13) Si todavía un enemigo me ultrajara, podría soportarlo; si el que me odia se alzara contra mí, me escondería de él.

13 (14) ¡Pero tú, un hombre de mi rango, mi compañero, mi íntimo,

14 (15) con quien me unía una dulce intimidad, en la Casa de Dios! ¡Oh, váyanse en tumulto,

15 (16) caiga la muerte sobre ellos, vivos en el seol se precipiten, pues está el mal instalado en medio de ellos!

16 (17) Yo, en cambio, a Dios invoco, y Yahveh me salva.

17 (18) A la tarde, a la mañana, al mediodía me quejo y gimo: él oye mi clamor.

18 (19) En paz mi alma rescata de la guerra que me hacen: aunque sean muchos contra mí,

19 (20) Dios escucha y los humilla, él, que reina desde siempre. Pero ellos sin enmienda, y sin temor de Dios.

20 (21) Cada uno extiende su mano contra sus aliados, viola su alianza;

21 (22) más blanda que la crema es su boca, pero su corazón es sólo guerra; sus palabras, más suaves que el aceite, son espadas desnudas.

22 (23) Descarga en Yahveh tu peso, y él te sustentará; no dejará que para siempre zozobre el justo.

23 (24) Y tú, oh Dios, los hundirás en el pozo de la fosa, a los hombres de sangre y de fraude, sin alcanzar la mitad de sus días. Mas yo confío en ti.

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Salmo 56 (55)

(1) = Del maestro de coro. Según: «La opresión de los príncipes lejanos». De David. A media voz. Cuando los filisteos se apoderaron de él en Gat. =

1 (2) Tenme piedad, oh Dios, porque me pisan, todo el día hostigándome me oprimen.

2 (3) Me pisan todo el día los que me asechan, innumerables son los que me hostigan en la altura.

3 (4) El día en que temo, en ti confío.

4 (5) En Dios, cuya palabra alabo, en Dios confío y ya no temo, ¿qué puede hacerme un ser de carne?

5 (6) Todo el día retuercen mis palabras, todos sus pensamientos son de hacerme mal;

6 (7) se conjuran, se ocultan, mis pisadas observan, como para atrapar mi alma.

7 (8) Por su iniquidad, ¿habrá escape para ellos? ¡Abate, oh Dios, a los pueblos en tu cólera!

8 (9) De mi vida errante llevas tú la cuenta, ¡recoge mis lágrimas en tu odre!

9 (10) Entonces retrocederán mis enemigos, el día en que yo clame. Yo sé que Dios está por mí.

10 (11) En Dios, cuya palabra alabo, en Yahveh, cuya palabra alabo,

11 (12) en Dios confío y ya no temo, ¿qué puede hacerme un hombre?

12 (13) A mi cargo, oh Dios, los votos que te hice: sacrificios te ofreceré de acción de gracias,

13 (14) pues tú salvaste mi alma de la muerte, para que marche ante la faz de Dios, en la luz de los vivos.

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Salmo 57 (56)

(1) = Del maestro de coro. «No destruyas.» De David. A media voz. Cuando, huyendo de Saúl, se escondió en la cueva. =

1 (2) Tenme piedad, oh Dios, tenme piedad, que en ti se cobija mi alma; a la sombra de tus alas me cobijo hasta que pase el infortunio.

2 (3) Invoco al Dios Altísimo, al Dios que tanto hace por mí.

3 (4) Mande desde los cielos y me salve, confunda a quien me pisa, envíe Dios su amor y su verdad. = Pausa. =

4 (5) Mi alma está tendida en medio de leones, que devoran a los hijos de Adán; sus dientes son lanzas y saetas, su lengua, una espada acerada.

5 (6) ¡Alzate, oh Dios, sobre los cielos, sobre toda la tierra, tu gloria

6 (7) Tendían ellos una red bajo mis pasos, mi alma se doblaba; una fosa cavaron ante mí, ¡cayeron ellos dentro! = Pausa. =

7 (8) A punto está mi corazón, oh Dios, mi corazón a punto; voy a cantar, voy a salmodiar,

8 (9) ¡gloria mía, despierta!, ¡despertad, arpa y cítara!, ¡a la aurora he de despertar!

9 (10) Te alabaré entre los pueblos, Señor, te salmodiaré entre las gentes;

10 (11) porque tu amor es grande hasta los cielos, tu verdad hasta las nubes.

11 (12) ¡Álzate, oh Dios, sobre los cielos, sobre toda la tierra, tu gloria!

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Salmo 58 (57)

(1) = Del maestro de coro. «No destruyas.» De David. A media voz. =

1 (2) ¿De veras, dioses, pronunciáis justicia, juzgáis según derecho a los hijos de Adán?

2 (3) No. que de corazón cometéis injusticias, con vuestras manos pesáis la violencia en la tierra.

3 (4) Torcidos están desde el seno los impíos, extraviados desde el vientre los que dicen mentira;

4 (5) tienen veneno como veneno de serpiente, como el de un áspid sordo que se tapa el oído,

5 (6) que no oye la voz de los encantadores, del mago experto en el encanto.

6 (7) ¡Oh Dios, rompe sus dientes en su boca, quiebra, Yahveh, las muelas de los leoncillos.

7 (8) ¡Dilúyanse como aguas que se pasan, púdranse como hierba que se pisa.

8 (9) como limaco que marcha deshaciéndose, como aborto de mujer que no contempla el sol!

9 (10) ¡Antes que espinas echen, como la zarza, verde o quemada, los arrebate el torbellino!

10 (11) Se alegrará el justo de haber visto la venganza, sus pies bañará en la sangre del impío;

11 (12) y se dirá: «Sí, hay un fruto para el justo; sí, hay un Dios que juzga en la tierra.»

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Salmo 59 (58)

(1) = Del maestro de coro. «No destruyas.» De David. A media voz. Cuando Saúl mandó a vigilar su casa con el fin de matarle. =

1 (2) ¡Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío, de mis agresores protégeme,

2 (3) líbrame de los agentes de mal, de los hombres sanguinarios sálvame!

3 (4) Mira que acechan a mi alma, poderosos se conjuran contra mí; sin rebeldía ni pecado en mí, Yahveh,

4 (5) sin culpa alguna, corren y se aprestan. Despiértate, ven a mi encuentro y mira,

5 (6) tú, Yahveh, Dios Sebaot, Dios de Israel, álzate a visitar a todos los gentiles, no te apiades de ninguno de esos traidores pérfidos. = Pausa. =

6 (7) Regresan a la tarde, aúllan como perros, rondan por la ciudad.

7 (8) Míralos desbarrar a boca llena, espadas en sus labios: «¿Hay alguno que oiga?»

8 (9) Mas tú, Yahveh, te ríes de ellos, tú te mofas de todos los gentiles.

9 (10) Oh fuerza mía, hacia ti miro. Pues es Dios mi ciudadela,

10 (11) el Dios de mi amor viene a mi encuentro. Dios me hará desafiar a los que me asechan.

11 (12) ¡Oh, no los mates, no se olvide mi pueblo, dispérsalos con tu poder, humíllalos, oh Señor, nuestro escudo!

12 (13) Pecado es en su boca la palabra de sus labios; ¡queden, pues, presos en su orgullo, por la blasfemia, por la mentira que vocean!

13 (14) ¡Suprime con furor, suprímelos, no existan más! Y se sepa que Dios domina en Jacob, hasta los confines de la tierra. = Pausa. =

14 (15) Regresan a la tarde, aúllan como perros, rondan por la ciudad;

15 (16) vedlos buscando qué comer, hasta que no están hartos van gruñendo.

16 (17) Yo, en cambio, cantaré tu fuerza, aclamaré tu amor a la mañana; pues tú has sido para mí una ciudadela, un refugio en el día de mi angustia.

17 (18) Oh fuerza mía, para ti salmodiaré, pues es Dios mi ciudadela, el Dios de mi amor.

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Salmo 60 (59)

(1) = Del maestro de coro. Según «El lirio del testimonio». A media voz. De David. Para enseñar. =

(2) Cuando luchó contra Aram de Naharáyim y Aram de Sobá, y Joab, de vuelta, derrotó a Edom, en el valle de la Sal: doce mil hombres. =

1 (3) Nos has rechazado, oh Dios, nos has deshecho, estabas irritado, ¡oh, vuélvete a nosotros!

2 (4) Has sacudido la tierra, la has hendido; sana sus grietas, pues se desmorona.

3 (5) Hiciste ver a tu pueblo duras pruebas, nos diste a beber vino de vértigo.

4 (6) Diste a los que le temen la señal para que pudiesen escapar del arco. = Pausa. =

5 (7) Para que tus amados salgan libres, ¡salva con tu diestra, respóndenos!

6 (8) Ha hablado Dios en su santuario: «Ya exulto, voy a repartir a Siquem, a medir el valle de Sukkot.

7 (9) «Mío es Galaad, mío Manasés, Efraím, yelmo de mi cabeza, Judá, mi cetro,

8 (10) «Moab, la vasija en que me lavo. Sobre Edom tiro mi sandalia. ¡Canta, pues, victoria contra mí, Filistea!»

9 (11) ¿Quién me conducirá hasta la plaza fuerte, quién me guiará hasta Edom?

10 (12) ¿No eres tú, oh Dios, que nos has rechazado, y ya no sales, oh Dios, con nuestras tropas?

11 (13) Danos ayuda contra el adversario, que es vano el socorro del hombre.

12 (14) ¡Con Dios hemos de hacer proezas, y él hollará a nuestros adversarios!

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Salmo 61 (60)

(1) = Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. De David. =

1 (2) ¡Escucha, oh Dios, mi clamor, atiende a mi plegaria!

2 (3) Desde el extremo de la tierra hacia ti grito, en el desmayo de mi corazón. A la roca que se alza lejos de mí, condúceme;

3 (4) pues tú eres mi refugio, torre fuerte frente al enemigo.

4 (5) ¡Que sea yo siempre huésped de tu tienda, y me acoja al amparo de tus alas! = Pausa. =

5 (6) Porque tú, oh Dios, oyes mis votos: tú me otorgas la heredad de los que temen tu nombre.

6 (7) A los días del rey añade días, sus años, generación tras generación.

7 (8) ¡Reine por siempre ante la faz de Dios! ¡El Amor y la Verdad le guarden!

8 (9) Entonces salmodiaré a tu nombre para siempre, día tras día cumpliré mis votos.

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Salmo 62 (61)

(1) = Del maestro de coro... Yedutún. Salmo. De David. =

1 (2) En Dios sólo el descanso de mi alma, de él viene mi salvación;

2 (3) sólo él mi roca, mi salvación, mi ciudadela, no he de vacilar.

3 (4) ¿Hasta cuándo atacaréis a un solo hombre, le abatiréis, vosotros todos, como a una muralla que se vence, como a pared que se desploma?

4 (5) Doblez sólo proyectan, su placer es seducir; con mentira en la boca, bendicen, y por dentro maldicen. = Pausa. =

5 (6) En Dios sólo descansa, oh alma mía, de él viene mi esperanza;

6 (7) sólo él mi roca, mi salvación, mi ciudadela, no he de vacilar;

7 (8) en Dios mi salvación y mi gloria, la roca de mi fuerza. En Dios mi refugio;

8 (9) confiad en él, oh pueblo, en todo tiempo; derramad ante él vuestro corazón, ¡Dios es nuestro refugio! = Pausa. =

9 (10) Un soplo solamente los hijos de Adán, los hijos de hombre, una mentira; si subieran a la balanza serían menos que un soplo todos juntos.

10 (11) No os fiéis de la opresión, no os ilusionéis con la rapiña; a las riquezas, cuando aumenten, no apeguéis el corazón.

11 (12) Dios ha hablado una vez, dos veces, lo he oído: Que de Dios es la fuerza,

12 (13) tuyo, Señor, el amor; y: Que tú al hombre pagas con arreglo a sus obras.

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Salmo 63 (62)

(1) = Salmo. De David. Cuando estaba en el desierto de Judá. =

1 (2) Dios, tú mi Dios, yo te busco, sed de ti tiene mi alma, en pos de ti languidece mi carne, cual tierra seca, agotada, sin agua.

2 (3) Como cuando en el santuario te veía, al contemplar tu poder y tu gloria,

3 (4) - pues tu amor es mejor que la vida, mis labios te glorificaban -,

4 (5) así quiero en mi vida bendecirte, levantar mis manos en tu nombre;

5 (6) como de grasa y médula se empapará mi alma, y alabará mi boca con labios jubilosos.

6 (7) Cuando pienso en ti sobre mi lecho, en ti medito en mis vigilias,

7 (8) porque tú eres mi socorro, y yo exulto a la sombra de tus alas;

8 (9) mi alma se aprieta contra ti, tu diestra me sostiene.

9 (10) Mas los que tratan de perder mi alma, ¡caigan en las honduras de la tierra!

10 (11) ¡Sean pasados al filo de la espada, sirvan de presa a los chacales!

11 (12) Y el rey en Dios se gozará, el que jura por él se gloriará, cuando sea cerrada la boca de los mentirosos.

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Salmo 64 (63)

(1) = Del maestro de coro. Salmo. De David. =

1 (2) Escucha, oh Dios, la voz de mi gemido, del terror del enemigo guarda mi vida;

2 (3) ocúltame a la pandilla de malvados, a la turba de los agentes de mal.

3 (4) Los que afilan su lengua como espada, su flecha apuntan, palabra envenenada,

4 (5) para tirar a escondidas contra el íntegro, le tiran de improviso y nada temen.

5 (6) Se envalentonan en su acción malvada, calculan para tender lazos ocultos, dicen: «¿Quién lo observará

6 (7) y escrutará nuestros secretos?» El los escruta, aquel que escruta lo íntimo del hombre, el corazón profundo.

7 (8) Una saeta ha tirado Dios, repentinas han sido sus heridas;

8 (9) les ha hecho caer por causa de su lengua, menean la cabeza todos los que los ven.

9 (10) Todo hombre temerá. anunciará la obra de Dios y su acción comprenderá.

10 (11) El justo se alegrará en Yahveh, en él tendrá cobijo; y se gloriarán todos los de recto corazón.

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Salmo 65 (64)

(1) = Del maestro de coro. Salmo. De David. Cántico. =

1 (2) A ti se debe la alabanza, oh Dios, en Sión. A ti el voto se te cumple,

2 (3) tú que escuchas la oración. Hasta ti toda carne viene

3 (4) con sus obras culpables; nos vence el peso de nuestras rebeldías, pero tú las borras.

4 (5) Dichoso tu elegido, tu privado, en tus atrios habita. ¡Oh, hartémonos de los bienes de tu Casa, de las cosas santas de tu Templo!

5 (6) Tú nos responderás con prodigios de justicia, Dios de nuestra salvación, esperanza de todos los confines de la tierra, y de las islas lejanas;

6 (7) tú que afirmas los montes con tu fuerza, de potencia ceñido,

7 (8) y acallas el estruendo de los mares, el estruendo de sus olas. Están los pueblos en bullicio,

8 (9) por tus señales temen los que habitan los confines, a las puertas de la mañana y de la tarde haces tú gritar de júbilo.

9 (10) Tú visitas la tierra y la haces rebosar, de riquezas la colmas. El río de Dios va lleno de agua, tú preparas los trigales. Así es como la preparas:

10 (11) riegas sus surcos, allanas sus glebas, con lluvias la ablandas, bendices sus renuevos.

11 (12) Tú coronas el año con tu benignidad, de tus rodadas cunde la grosura;

12 (13) destilan los pastos del desierto, las colinas se ciñen de alegría;

13 (14) las praderas se visten de rebaños, los valles se cubren de trigo; ¡y los gritos de gozo, y las canciones!

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Salmo 66 (65)

(1) = Del maestro de coro. Cántico. Salmo. =

1 Aclamad a Dios, la tierra toda,

2 salmodiad a la gloria de su nombre, rendidle el honor de su alabanza,

3 decid a Dios: ¡Qué terribles tus obras! Por la grandeza de tu fuerza, tus enemigos vienen a adularte;

4 toda la tierra se postra ante ti, y salmodia para ti, a tu nombre salmodia. = Pausa. =

5 Venid y ved las obras de Dios, temible en sus gestas por los hijos de Adán:

6 él convirtió el mar en tierra firme, el río fue cruzado a pie. Allí, nuestra alegría en él,

7 que por su poder domina para siempre. Sus ojos vigilan las naciones, no se alcen los rebeldes contra él. = Pausa. =

8 Pueblos, bendecid a nuestro Dios, haced que se oiga la voz de su alabanza,

9 él, que devuelve nuestra alma a la vida, y no deja que vacilen nuestros pies.

10 Tú nos probaste, oh Dios, nos purgaste, cual se purga la plata;

11 nos prendiste en la red, pusiste una correa a nuestros lomos,

12 dejaste que un cualquiera a nuestra cabeza cabalgara, por el fuego y el agua atravesamos; mas luego nos sacaste para cobrar aliento.

13 Con holocaustos entraré en tu Casa, te cumpliré mis votos,

14 los que abrieron mis labios, los que en la angustia pronunció mi boca.

15 Te ofreceré pingües holocaustos, con el sahumerio de carneros, sacrificaré bueyes y cabritos. = Pausa. =

16 Venid a oír y os contaré, vosotros todos los que teméis a Dios, lo que él ha hecho por mí.

17 A él gritó mi boca, la alabanza ya en mi lengua.

18 Si yo en mi corazón hubiera visto iniquidad, el Señor no me habría escuchado.

19 Pero Dios me ha escuchado, atento a la voz de mi oración.

20 ¡Bendito sea Dios, que no ha rechazado mi oración ni su amor me ha retirado!

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Salmo 67 (66)

(1) = Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. Cántico. =

1 (2) ¡Dios nos tenga piedad y nos bendiga, su rostro haga brillar sobre nosotros! = Pausa. =

2 (3) Para que se conozcan en la tierra tus caminos, tu salvación entre todas las naciones.

3 (4) ¡Te den, oh Dios, gracias los pueblos, todos los pueblos te den gracias!

4 (5) Alégrense y exulten las gentes, pues tú juzgas al mundo con justicia, con equidad juzgas a los pueblos, y a las gentes en la tierra gobiernas. = Pausa. =

5 (6) ¡Te den, oh Dios, gracias los pueblos, todos los pueblos te den gracias!

6 (7) La tierra ha dado su cosecha: Dios, nuestro Dios, nos bendice.

7 (8) ¡Dios nos bendiga, y teman ante él todos los confines de la tierra!

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Salmo 68 (67)

(1) = Del maestro de coro. De David. Salmo. Cántico. =

1 (2) ¡Álcese Dios, sus enemigos se dispersen, huyan ante su faz los que le odian!

2 (3) Cual se disipa el humo, los disipas; como la cera se derrite al fuego, perecen los impíos ante Dios.

3 (4) Mas los justos se alegran y exultan ante la faz de Dios, y saltan de alegría.

4 (5) Cantad a Dios, salmodiad a su nombre, abrid paso al que cabalga en las nubes, alegraos en Yahveh, exultad ante su rostro.

5 (6) Padre de los huérfanos y tutor de las viudas es Dios en su santa morada;

6 (7) Dios da a los desvalidos el cobijo de una casa, abre a los cautivos la puerta de la dicha, mas los rebeldes quedan en un suelo ardiente.

7 (8) Oh Dios, cuando saliste al frente de tu pueblo, cuando pasabas el desierto, = Pausa. =

8 (9) la tierra retembló, y hasta los cielos se licuaron ante la faz de Dios, ante la faz de Dios, el Dios de Israel.

9 (10) Tú derramaste, oh Dios, una lluvia de larguezas, a tu heredad extenuada, tú la reanimaste;

10 (11) tu grey halló una morada, aquella que en tu bondad, oh Dios, al desdichado preparabas.

11 (12) El Señor da la palabra: es el anuncio de un ejército inmenso.

12 (13) Y mientras los reyes, los ejércitos huyen, huyen, la bella de la casa reparte el botín.

13 (14) Mientras vosotros descansáis entre las tapias del aprisco, las alas de la Paloma se cubren de plata, y sus plumas de destellos de oro verde;

14 (15) cuando Sadday dispersa a los reyes, por ella cae la nieve en el Monte Umbrío.

15 (16) ¡Monte de Dios, el monte de Basán! ¡Monte escarpado, el monte de Basán!

16 (17) ¿Por que miráis celosos, montes escarpados, al monte que Dios escogió por mansión? ¡Oh sí, Yahveh morará allí para siempre!

17 (18) Los carros de Dios, por millares de miríadas; el Señor ha venido del Sinaí al santuario.

18 (19) Tú has subido a la altura, conduciendo cautivos, has recibido tributo de hombres, hasta los rebeldes para que Yahveh Dios tuviera una morada.

19 (20) ¡Bendito sea el Señor día tras día! El carga con nosotros, Dios de nuestra salvación. = Pausa. =

20 (21) Dios libertador es nuestro Dios; del Señor Yahveh son las salidas de la muerte;

21 (22) mas la cabeza de sus enemigos Dios quebranta, la testa cabelluda de quien sus crímenes pasea.

22 (23) Dijo el Señor: «De Basán haré volver, haré volver de los abismos del mar,

23 (24) para que puedas hundir tu pie en la sangre, y en los enemigos tenga su parte la lengua de tus perros».

24 (25) ¡Se han visto, oh Dios, tus procesiones, las procesiones de mi Dios, mi rey, al santuario:

25 (26) delante los cantores, los músicos detrás, las doncellas en medio, tocando el tamboril!

26 (27) A Dios, en coros, bendecían: ¡es Yahveh, desde el origen de Israel.

27 (28) Allí iba Benjamín, el pequeño, abriendo marcha, los príncipes de Judá con sus escuadras, los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí.

28 (29) ¡Manda, Dios mío, según tu poder, el poder, oh Dios, que por nosotros desplegaste,

29 (30) desde tu Templo en lo alto de Jerusalén, donde vienen los reyes a ofrecerte presentes!

30 (31) Increpa a la bestia del cañaveral, a la manada de toros y novillos de los pueblos. ¡Que se sometan con lingotes de plata! ¡Dispersa a los pueblos que fomentan la guerra!

31 (32) Los magnates acudan desde Egipto, tienda hacia Dios sus manos Etiopía.

32 (33) ¡Cantad a Dios, reinos de la tierra, salmodiad para el Señor,

33 (34) para el que cabalga los cielos, los antiguos cielos: = Pausa. = ved que lanza él su voz, su voz potente!

34 (35) Reconoced el poderío de Dios. Sobre Israel su exaltación, su poder en las nubes:

35 (36) ¡temible es Dios desde su santuario! El, el Dios de Israel, es quien da poder y fuerza al pueblo. ¡Bendito sea Dios!

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Salmo 69 (68)

(1) = Del maestro de coro. Según la melodía: «Lirios...» De David. =

1 (2) ¡Sálvame, oh Dios, porque las aguas me llegan hasta el cuello!

2 (3) Me hundo en el cieno del abismo, sin poder hacer pie; he llegado hasta el fondo de las aguas, y las olas me anegan.

3 (4) Estoy exhausto de gritar, arden mis fauces, mis ojos se consumen de esperar a mi Dios.

4 (5) Son más que los cabellos de mi cabeza los que sin causa me odian; más duros que mis huesos los que me hostigan sin razón. (¿Lo que yo no he robado tengo que devolver?)

5 (6) Tú, oh Dios, mi torpeza conoces, no se te ocultan mis ofensas.

6 (7) ¡No se avergüencen por mí los que en ti esperan, oh Yahveh Sebaot! ¡No sufran confusión por mí los que te buscan, oh Dios de Israel!

7 (8) Pues por ti sufro el insulto, y la vergüenza cubre mi semblante;

8 (9) para mis hermanos soy un extranjero, un desconocido para los hijos de mi madre;

9 (10) pues me devora el celo de tu casa, y caen sobre mí los insultos de los que te insultan.

10 (11) Si mortifico mi alma con ayuno, se me hace un pretexto de insulto;

11 (12) si tomo un sayal por vestido, para ellos me convierto en burla,

12 (13) cuento de los que están sentados a la puerta, y copla de los que beben licor fuerte.

13 (14) Mas mi oración hacia ti, Yahveh, en el tiempo propicio: por tu gran amor, oh Dios, respóndeme, por la verdad de tu salvación.

14 (15) ¡Sácame del cieno, no me hunda, escape yo a los que me odian, a las honduras de las aguas!

15 (16) ¡El flujo de las aguas no me anegue no me trague el abismo, ni el pozo cierre sobre mí su boca!

16 (17) ¡Respóndeme, Yahveh, pues tu amor es bondad; en tu inmensa ternura vuelve a mí tus ojos;

17 (18) no retires tu rostro de tu siervo, que en angustias estoy, pronto, respóndeme;

18 (19) acércate a mi alma, rescátala, por causa de mis enemigos, líbrame!

19 (20) Tú conoces mi oprobio, mi vergüenza y mi afrenta, ante ti están todos mis opresores.

20 (21) El oprobio me ha roto el corazón y desfallezco. Espero compasión, y no la hay, consoladores, y no encuentro ninguno.

21 (22) Veneno me han dado por comida, en mi sed me han abrevado con vinagre.

22 (23) ¡Que su mesa ante ellos se convierta en un lazo, y su abundancia en una trampa;

23 (24) anúblense sus ojos y no vean, haz que sus fuerzas sin cesar les fallen!

24 (25) Derrama tu enojo sobre ellos, los alcance el ardor de tu cólera;

25 (26) su recinto quede hecho un desierto, en sus tiendas no haya quien habite:

26 (27) porque acosan al que tú has herido, y aumentan la herida de tu víctima.

27 (28) Culpa añade a su culpa, no tengan más acceso a tu justicia;

28 (29) del libro de la vida sean borrados, no sean inscritos con los justos.

29 (30) Y yo desdichado, dolorido, ¡tu salvación, oh Dios, me restablezca!

30 (31) El nombre de Dios celebraré en un cántico, le ensalzaré con la acción de gracias;

31 (32) y más que un toro agradará a Yahveh, más que un novillo con cuernos y pezuñas.

32 (33) Lo han visto los humildes y se alegran; ¡viva vuestro corazón, los que buscáis a Dios!

33 (34) Porque Yahveh escucha a los pobres, no desprecia a sus cautivos.

34 (35) ¡Alábenle los cielos y la tierra, el mar y cuanto bulle en él!

35 (36) Pues salvará Dios a Sión, reconstruirá las ciudades de Judá: habitarán allí y las poseerán;

36 (37) la heredará la estirpe de sus siervos, los que aman su nombre en ella morarán.

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Salmo 70 (69) = 40:14-18

(1) = Del maestro de coro. De David. En memoria.

1 (2) ¡Oh Dios, ven a librarme, Yahveh, corre en mi ayuda!

2 (3) ¡Queden avergonzados y confusos los que buscan mi vida! ¡Atrás!, sean confundidos los que desean mi mal,

3 (4) retrocedan de vergüenza los que dicen: ¡Ja, ja!

4 (5) ¡En ti se gocen y se alegren todos los que te buscan! ¡Repitan sin cesar: «Grande es Dios», los que aman tu salvación!

5 (6) ¡Y yo, desventurado y pobre, oh Dios, ven presto a mí! ¡Tú, mi socorro y mi libertador, Yahveh, no tardes!

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Salmo 71 (70)

1 A ti, Yahveh, me acojo, ¡no sea confundido jamás!

2 ¡Por tu justicia sálvame, libérame! tiende hacia mí tu oído y sálvame!

3 ¡Sé para mí una roca de refugio, alcázar fuerte que me salve, pues mi roca eres tú y mi fortaleza.

4 ¡Dios mío, líbrame de la mano del impío, de las garras del perverso y del violento!

5 Pues tú eres mi esperanza, Señor, Yahveh, mi confianza desde mi juventud.

6 En ti tengo mi apoyo desde el seno, tú mi porción desde las entrañas de mi madre; ¡en ti sin cesar mi alabanza!

7 Soy el asombro de muchos, mas tú eres mi seguro refugio.

8 Mi boca está repleta de tu loa, de tu gloria todo el día.

9 A la hora de mi vejez no me rechaces, no me abandones cuando decae mi vigor.

10 Porque de mí mis enemigos hablan, los que espían mi alma se conciertan:

11 «¡Dios le ha desamparado, perseguidle, apresadle, pues no hay quien le libere!»

12 ¡Oh Dios, no te estés lejos de mí, Dios mío, ven pronto en mi socorro!

13 ¡Confusión y vergüenza sobre aquellos que acusan a mi alma; cúbranse de ignominia y de vergüenza los que buscan mi mal!

14 Y yo, esperando sin cesar, más y más te alabaré;

15 publicará mi boca tu justicia, todo el día tu salvación.

16 Y vendré a las proezas de Yahveh, recordaré tu justicia, tuya sólo.

17 ¡Oh Dios, desde mi juventud me has instruido, y yo he anunciado hasta hoy tus maravillas!

18 Y ahora que llega la vejez y las canas, ¡oh Dios, no me abandones!, para que anuncie yo tu brazo a todas las edades venideras, ¡tu poderío

19 y tu justicia, oh Dios, hasta los cielos! Tú que has hecho grandes cosas, ¡oh Dios!, ¿quién como tú?

20 Tú que me has hecho ver tantos desastres y desgracias, has de volver a recobrarme. Vendrás a sacarme de los abismos de la tierra,

21 sustentarás mi ancianidad, volverás a consolarme,

22 Y yo te daré gracias con las cuerdas del arpa, por tu verdad, Dios mío; para ti salmodiaré a la cítara, oh Santo de Israel.

23 Exultarán mis labios cuando salmodie para ti, y mi alma, que tú has rescatado.

24 También mi lengua todo el día musitará tu justicia: porque han sido avergonzados, porque han enrojecido, los que buscaban mi desgracia.

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Salmo 72 (71)

(1) = De Salomón. =

1 Oh Dios, da al rey tu juicio, al hijo de rey tu justicia:

2 que con justicia gobierne a tu pueblo, con equidad a tus humildes.

3 Traigan los montes paz al pueblo, y justicia los collados.

4 El hará justicia a los humildes del pueblo, salvará a los hijos de los pobres, y aplastará al opresor.

5 Durará tanto como el sol, como la luna de edad en edad;

6 caerá como la lluvia en el retoño, como el rocío que humedece la tierra.

7 En sus días florecerá la justicia, y dilatada paz hasta que no haya luna;

8 dominará de mar a mar, desde el Río hasta los confines de la tierra.

9 Ante él se doblará la Bestia, sus enemigos morderán el polvo;

10 los reyes de Tarsis y las islas traerán tributo. Los reyes de Sabá y de Seba pagarán impuestos;

11 todos los reyes se postrarán ante él, le servirán todas las naciones.

12 Porque él librará al pobre suplicante, al desdichado y al que nadie ampara;

13 se apiadará del débil y del pobre, el alma de los pobres salvará.

14 De la opresión, de la violencia, rescatará su alma, su sangre será preciosa ante sus ojos;

15 (y mientras viva se le dará el oro de Sabá). Sin cesar se rogará por él, todo el día se le bendecirá.

16 Habrá en la tierra abundancia de trigo, en la cima de los montes ondeará como el Líbano al despertar sus frutos y sus flores, como la hierba de la tierra.

17 ¡Sea su nombre bendito para siempre, que dure tanto como el sol! ¡En él se bendigan todas las familias de la tierra, dichoso le llamen todas las naciones!

18 ¡Bendito sea Yahveh, Dios de Israel, el único que hace maravillas!

19 ¡Bendito sea su nombre glorioso para siempre, toda la tierra se llene de su gloria! ¡Amén! ¡Amén!

20 Fin de las oraciones de David, hijo de Jesé.

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Salmo 73 (72)

(1) = Salmo. De Asaf. =

1 En verdad bueno es Dios para Israel, el Señor para los de puro corazón.

2 Por poco mis pies se me extravían, nada faltó para que mis pasos resbalaran,

3 celoso como estaba de los arrogantes, al ver la paz de los impíos.

4 No, no hay congojas para ellos, sano y rollizo está su cuerpo;

5 no comparten la pena de los hombres, con los humanos no son atribulados.

6 Por eso el orgullo es su collar, la violencia el vestido que los cubre;

7 la malicia les cunde de la grasa, de artimañas su corazón desborda.

8 Se sonríen, pregonan la maldad, hablan altivamente de violencia;

9 ponen en el cielo su boca, y su lengua se pasea por la tierra.

10 Por eso mi pueblo va hacia ellos: aguas de abundancia les llegan.

11 Dicen: «¿Cómo va a saber Dios? ¿Hay conocimiento en el Altísimo?»

12 Miradlos: ésos son los impíos, y, siempre tranquilos, aumentan su riqueza.

13 ¡Así que en vano guardé el corazón puro, mis manos lavando en la inocencia,

14 cuando era golpeado todo el día, y cada mañana sufría mi castigo!

15 Si hubiera dicho: «Voy a hablar como ellos», habría traicionado a la raza de tus hijos;

16 me puse, pues, a pensar para entenderlo, ¡ardua tarea ante mis ojos!

17 Hasta el día en que entré en los divinos santuarios, donde su destino comprendí:

18 oh, sí, tú en precipicios los colocas, a la ruina los empujas.

19 ¡Ah, qué pronto quedan hechos un horror, cómo desaparecen sumidos en pavores!

20 Como en un sueño al despertar, Señor, así, cuando te alzas, desprecias tú su imagen.

21 Sí, cuando mi corazón se exacerbaba, cuando se torturaba mi conciencia,

22 estúpido de mí, no comprendía, una bestia era ante ti.

23 Pero a mí, que estoy siempre contigo, de la mano derecha me has tomado;

24 me guiarás con tu consejo, y tras la gloria me llevarás.

25 ¿Quién hay para mí en el cielo? Estando contigo no hallo gusto ya en la tierra.

26 Mi carne y mi corazón se consumen: ¡Roca de mi corazón, mi porción, Dios por siempre!

27 Sí, los que se alejan de ti perecerán, tú aniquilas a todos los que te son adúlteros.

28 Mas para mí, mi bien es estar junto a Dios; he puesto mi cobijo en el Señor, a fin de publicar todas tus obras.

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Salmo 74 (73)

(1) = Poema. De Asaf. =

1 ¿Por qué has de rechazar, oh Dios, por siempre, por qué humear de cólera contra el rebaño de tu pasto?

2 Acuérdate de la comunidad que de antiguo adquiriste, la que tú rescataste, tribu de tu heredad, y del monte Sión donde pusiste tu morada.

3 Guía tus pasos a estas ruinas sin fin: todo en el santuario lo ha devastado el enemigo.

4 En el lugar de tus reuniones rugieron tus adversarios, pusieron sus enseñas, enseñas

5 que no se conocían, en el frontón de la entrada. Machetes en bosque espeso,

6 a una cercenaban sus jambas, y con hacha y martillo desgajaban.

7 Prendieron fuego a tu santuario, por tierra profanaron la mansión de tu nombre.

8 Dijeron en su corazón: «¡Destruyámoslos en bloque!» Quemaron en la tierra todo lugar de santa reunión.

9 No vemos nuestras enseñas, no existen ya profetas, ni nadie entre nosotros que sepa hasta cuándo.

10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, provocará el adversario? ¿Ultrajará tu nombre por siempre el enemigo?

11 ¿Por qué retraes tu mano, y en tu seno retienes escondida tu diestra?

12 Oh Dios, mi rey desde el principio, autor de salvación en medio de la tierra,

13 tú hendiste el mar con tu poder, quebraste las cabezas de los monstruos en las aguas;

14 tú machacaste las cabezas de Leviatán y las hiciste pasto de las fieras;

15 tú abriste manantiales y torrentes, y secaste ríos inagotables;

16 tuyo es el día, tuya también la noche, tú la luna y el sol estableciste,

17 tú trazaste todos los confines de la tierra, el verano y el invierno tú formaste.

18 Recuérdalo, Yahveh: provoca el enemigo, tu nombre ultraja un pueblo necio.

19 No entregues a la bestia el alma de tu tórtola, la vida de tus pobres no olvides para siempre.

20 Piensa en la alianza, que están llenos los rincones del país de guaridas de violencia.

21 ¡No vuelva cubierto de vergüenza el oprimido; el humilde y el pobre puedan loar tu nombre!

22 ¡Alzate, oh Dios, a defender tu causa, acuérdate del necio que te provoca todo el día!

23 No olvides el griterío de tus adversarios, el clamor de tus agresores que crece sin cesar!

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Salmo 75 (74)

(1) = Del maestro de coro. «No destruyas.» Salmo. De Asaf. Cántico. =

1 (2) Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias, invocando tu nombre, tus maravillas pregonando.

2 (3) «En el momento en que decida, yo mismo juzgaré con rectitud.

3 (4) Se estremece la tierra con todos sus habitantes, mas yo sostengo sus columnas. = Pausa. =

4 (5) «Digo a los arrogantes: ¡Fuera arrogancias!, y a los impíos: ¡No levantéis la frente,

5 (6) no levantéis tan alto vuestra frente, no habléis con un cuello de insolencia!»

6 (7) Pues ya no es por oriente ni por occidente, ya no por el desierto de los montes,

7 (8) por donde Dios, el juez, a uno abate y a otro exalta:

8 (9) sino que hay una copa en la mano de Yahveh, y de vino drogado está lleno el brebaje: él lo escanciará, y sorberán hasta las heces, lo beberán todos los impíos de la tierra.

9 (10) Y yo lo anunciaré por siempre, salmodiaré para el Dios de Jacob;

10 (11) quebraré toda frente de los impíos, y la frente del justo se alzará.

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