volver  Orientaciones Pastorales 2002-2005  Mons. Alejandro Goic´    volver

ANEXO 1:                               

MEMORIA HISTÓRICA.

LA IGLESIA EN OSORNO (siglos XVI a XX).

 La historia de la Iglesia  en la Provincia de Osorno se une directamente a la fundación de la primera ciudad, estando la Iglesia Católica presente en sus diferentes etapas de poblamiento y desarrollo, y en cada acontecimiento que marcan los 444 años de historia de la ciudad de Osorno. A continuación, una breve reseña de estos y cómo se ha estructurado la Diócesis de Osorno.

 FUNDACIÓN DE OSORNO.

En 1558 se funda la ciudad de Osorno, con jurisdicción en un territorio similar a la actual provincia. Los 60 vecinos encomenderos, sus familias, indios de servicio, peruanos, algunos esclavos negros y huilliches encomendados, dan origen a una comunidad que llegó a rivalizar con Santiago. Fue su primer cura párroco el mercedario Antonio Rendón (o Rondón). El mismo que la tradición vincula al origen de la fiesta de La Tirana. Tres conventos: San Francisco de Asís, Santo Domingo de Guzmán y Nuestra Señora de la Merced, marcaron la vida religiosa; además de las ermitas de la Virgen del Socorro y San Sebastián. En la ciudad de Osorno surgió, en 1571, el primer monasterio de clausura de Chile, bajo el título de Santa Isabel de Hungría, llamado de las Isabelas por su Abadesa Isabel de Palencia, Isabel de Landa e Isabel de Jesús, sus fundadoras. El hospital de San Cosme y San Damián atendió a los naturales y las doctrinas evangelizaron a los huilliches de entonces.

La religiosidad hispana, de fuerte raigambre popular, se manifestó en las fiestas de San Mateo y Nuestra Señora del Rosario, patronos de la ciudad, y la de San Sebastián; todas   llegaron con los fundadores venidos de la comarca de la Serena, en la lejana Extremadura. En estas familias extremeñas surgieron numerosas vocaciones sacerdotales y religiosas. A través de las órdenes existentes en la ciudad, del Clero regular y de los Jesuitas sirvieron en la evangelización de los Osornenses, colaboraron en la actividad Pastoral del Obispado de la Imperial, en su posterior traslado a Concepción y aún en Santiago y Lima. Francisco de Espinosa Caracol, sobrino nieto del Primer Obispo de Santiago, fue Párroco de San Mateo. Cristóbal de Obando fue procurador  de los jesuitas de Chile en la Corte, y Baltasar Verdugo fue provincial de la Orden de Predicadores.

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PRIMERA IGLESIA PARROQUIAL  y DESTRUCCIÓN DE OSORNO.

El 24 de Noviembre de 1577, Fray Antonio de San Miguel, Primer Obispo de La Imperial, bendijo la primera Iglesia Parroquial de Osorno, dedicada a San Mateo Apóstol y Nuestra Señora del Rosario; se destacó ésta por su tamaño y ornato.

Este desarrollo en la Iglesia tuvo un brusco fin el 20 de Enero de 1600. La furia de las huestes de Pelantaro destruyó lo que no pudieron los terremotos ni las erupciones de los volcanes. Cuatro largos años de sitio obligaron a emigrar a los moradores e indios de servicio. En 1602, un primer grupo emigra al sur y funda Calbuco. En 1604, las Isabelas y los sobrevivientes se dirigen a Chiloé, y desde allí a Concepción, Maule, Colchagua, Santiago, La Serena y Tucumán. Hasta hoy permanecen como testigos de este éxodo las imágenes de San Miguel en Calbuco, dos de Nuestra Señora del Rosario, un Cristo en Carelmapu y Maullín, y un crucifijo en un Monasterio de Santiago, todos pertenecientes a las iglesias de Osorno.

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NUEVA FUNDACIÓN DE OSORNO.

Dos siglos después todo comienza de nuevo. El 22 de Noviembre de 1792 don Tomás de Figueroa y Caravaca toma posesión de las ruinas de Osorno y ordena colocar en la plaza mayor una cruz de Caravaca y la imagen de la Virgen del Pilar. Los capellanes de la expedición celebran una Misa y cantan un Te Deum en Acción de Gracias por el trascendental acontecimiento. El 8 de Septiembre de 1793, los comisionados Fray Francisco Xavier de Alday, el teniente Julián Pinuer y el comisario Francisco Aburto, firman  el Tratado de Rahue o de las Canoas, que entre otros puntos, autoriza el establecimiento de Misiones en los dominios de los caciques de Osorno. En octubre de 1794, los comisionados fundan las Misiones de Quilacahuín y Coyunco. Se inician los bautizos de párvulos, la instrucción cristiana a niños y jóvenes, y los matrimonios por la iglesia, además se establecen los primeros cementerios misionales.

El 13 de Enero de 1796, don Ambrosio O`Higgins efectúa la repoblación de la ciudad, con la misma jurisdicción del siglo XVI y equivalente a la actual provincia. El 13 de Febrero, don Tomás de Roa y Alarcón, Obispo de la Concepción y descendiente de familia osornense fundadora, bendice la primera piedra de la futura iglesia parroquial. Osorno renace con 87 familias y 427 personas; criollos venidos de San Felipe, Santiago, Colchagua, Maule, Concepción, Valdivia y, mayoritariamente, de Chiloé. Llegan con sus costumbres y tradiciones, y la religiosidad que se manifiesta en las fiestas patronales, cofradías u capellanías a censo en beneficio de alguna misión o iglesia particular.

Mientras llega el nuevo párroco, Padre Juan de Ubera, los misioneros de Coyunco atienden la nueva población. El 6 de Enero de 1807, Fray Alday bendice la nueva iglesia de San Mateo Apóstol y Nuestra Señora del Rosario, siendo párroco el Padre Juan Fermín Vidaurre.

El 20 de Mayo de 1805, el Gobernador de Chile, Muñoz de Guzmán, decreta la fundación de las Misiones San Juan de la Costa y Pilmaiquén, hoy San Pablo. El territorio de las misiones hasta Riachuelo es entregado a la Prefectura de Misiones, con asiento en Valdivia, a cargo de franciscanos recoletos españoles del colegio de Chillán, y la Parroquia de Osorno al Obispado de La Concepción. Los asuntos económicos y materiales de estas misiones son atendidos por tres mujeres, de antiguas familias valdivianas, que reciben el título de Síndica Apostólica de Misiones. Trascendental fue el desempeño de estos misioneros, quienes atendieron la cristianización de los indígenas costeños y las familias repobladoras establecidas en sus jurisdicciones. También efectuaron una labor de culturización introduciendo muchos de los elementos que hoy se tienen como propios de la cultura huilliche. Promovieron las primeras vocaciones sacerdotales, destacando los casos de don Juan Calvugur, cacique de Trumao y Daglipulli, y Francisco Millapichún que fueron ordenados en el Colegio de Chillán. Apoyaron las expresiones religioso populares y las fiestas patronales aún vigentes en la Diócesis. Destacada fue la actuación de los hermanos Francisco y Antonio Hernández Calzada, ambos extremeños, en San Juan y Quilacahuín.

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LA IGLESIA SIGUE CRECIENDO.

El proceso de la Independencia de Chile, que en Osorno se prolongó hasta 1820, también afectó a la Iglesia Osornina. Mientras el Padre Juan Fermín Vidaurre fue un activo patriota y diputado por Osorno al Congreso de 1822, los misioneros apoyaron la causa realista. Al ocupar las fuerzas de Lord Cochrane los territorios de Valdivia  y Osorno en 1820, los misioneros abandonan todas las misiones. Algunos regresaron a España, otros se establecieron en Chiloé o ingresaron en la Orden Franciscana, regresando a Osorno hacia 1833, cuando el gobierno restablece la atención religiosa en el territorio misional. El Papa Gregorio XVII crea entonces, la Prefectura Apostólica de la Araucanía (año 1837) y nombra primer Prefecto a Fray Manuel Unzurrunzaga, quien fue misionero en Quilacahuín. En 1840 se establece la Diócesis de San Carlos de Ancud, a la cual se agregan la Parroquia de Osorno y las Misiones; pero, estas últimas bajo la administración del Prefecto Apostólico, con sede en Valdivia. Hacia 1848 vuelve la Orden Franciscana a Osorno.

Ante la falta de personal para la atención de las Misiones del Sur, el Gobierno del Presidente Manuel Bulnes, en 1848, contrata a los capuchinos de la provincia italiana y les encomienda la Prefectura Apostólica. Durante este período de reorganización política y religiosa la población de Osorno -rural en su mayoría- se refugia en sus devociones y fiestas patronales, consolidándose la de Nuestra Señora de la Candelaria, en la nueva Misión de Rahue (a partir de 1858) como la principal celebración en toda la zona. Mientras el Obispo de Ancud, Justo Donoso Vivanco dicta las primeras prohibiciones que afectan a la religiosidad popular, los capuchinos italianos trabajan con nuevos bríos en la  atención pastoral de los feligreses a su cargo. Se construyen las iglesias y los primeros colegios misionales, incluyendo una incipiente atención sanitaria. En 1849 inicia su labor pastoral Fray Pablo de Roio, culminando con la gestación del segundo pueblo, la Villa San Pablo.

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IMPORTANTES CORRIENTES MIGRATORIAS.

Por 1850, se producen dos importantes movimientos migratorios de colonos alemanes y colonos chilenos. Los primeros son en su mayoría protestantes y generan un cambio en la propiedad de la tierra. Los segundos, generalmente chilotes, contribuyen al aumento de la población católica y a un mestizaje con los indígenas osorninos, transplantando muchos elementos de su tradición cultural. Hacia 1890 los capuchinos bávaros asumen las misiones. Con el cambio de siglo se crean nuevas parroquias en Osorno, contando con la generosidad de ricos benefactores osorninos como doña Sabina Sotomayor de Rosas, quien dona la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes y el sitio para el asilo de huérfanas. También aparecen las primeras iglesias evangélicas.

El auge económico y el desarrollo del Departamento de Osorno coincide con un nuevo ordenamiento eclesiástico. En 1924 se crea la Administración Apostólica de Valdivia, a la cual se agregan las entonces parroquias de San Pablo, Osorno, Cancura, Riachuelo y Río Negro. En 1927 se establece el Vicariato Apostólico de la Araucanía, que sigue administrando el territorio de las Misiones. Puerto Octay está sujeto al Obispado de Puerto Montt creado en 1939. Esta situación es similar a la división político administrativa, con todos los problemas que ello produce. En 1936 se erige la parroquia de Lourdes de Rahue, la segunda en la ciudad, que entonces destaca por sobre Valdivia y Puerto Montt.

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CREACIÓN DE LA PROVINCIA y DE LA DIÓCESIS DE OSORNO

Por fin, en 1941, se crea la provincia de Osorno. Y en 1942 se construye el Templo Votivo de Sagrado Corazón de Jesús y la Virgen del Pilar en Ovejería, para conmemorar los 150 años de la repoblación de Osorno. Surgen, entonces, las iniciativas para lograr la unidad eclesiástica, como ya se había hecho con la creación de la provincia. La iglesia de Osorno gozaba de total independencia de la autoridad civil conseguida a partir de la Constitución de 1925, ya que hasta entonces daba cuenta de sus actividades al Ministro de culto respectivo, o estos dictaban disposiciones sobre asuntos religiosos. Ahora todo el personal eclesiástico dependía de algún Obispo. Por iniciativa del Primer Obispo de Valdivia, Arturo Mery Beckdorf, de quién dependían casi todas las parroquias de Osorno y las Misiones, el Papa Pío XII crea la Diócesis de Osorno por la bula de 15 de Noviembre de 1955, agregándose la parroquia de Puerto Octay. La Iglesia parroquial es erigida en Catedral San Mateo Apóstol, cuyo titular es el patrono de la ciudad, pero, no de la nueva Diócesis. El 20 de junio de 1956 es nombrado el Primer Obispo, Fray Francisco Valdés Subercaseaux (Maximiano Antonio María de San Miguel en la vida civil), capuchino de la provincia de Baviera, quién asume el 18 de octubre del mismo año.

Los primeros 25 años de la Diócesis están marcados por una serie de hitos civiles, religiosos y políticos. Por iniciativa del Obispo llegan nuevas congregaciones para suplir el escaso número de sacerdotes (capuchinos holandeses, jesuitas norteamericanos, religiosos holandeses, seminaristas alemanes y religiosas chilenas, españolas y argentinas). Recién en esta etapa se produce la ordenación de sacerdotes diocesanos osorninos. El terremoto de 1960 determina la construcción de una nueva catedral. Se erigen otras parroquias en la ciudad y lugares rurales y decenas de capillas dependientes de las parroquias no urbanas y las  Misiones. Entre 1962 y 1964, el Obispo Valdés participa en las sesiones del Concilio   Vaticano II, celebrando en 1968 el Sínodo Diocesano post conciliar, que adopta las nuevas disposiciones litúrgicas y pastorales. Surge un nuevo estilo de acción pastoral, que produce un distanciamiento de algunos sectores de fieles, ya que se suprimen algunas instancias de participación como las cofradías y la Acción Católica. Coincide esta etapa con el inicio del auge de las iglesias evangélicas en los barrios y el sector rural.

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DESARROLLO ECLESIAL.

El período iniciado a partir de los años 70, acerca nuevamente a los fieles, que encuentran en la iglesia un apoyo espiritual y material ante la difícil situación social, política y económica que se prolongará por dos décadas. Son las iniciativas de acción social, y promoción que realizan Cáritas, Freder y Radio la Voz de la Costa, hospitales de San Juan de la Costa y Quilacahuín, los comedores parroquiales y ayuda fraterna, la pastoral del migrante que se extienden hasta el inicio de los años 90. También se consolida la catequesis y la Pastoral Sacramental, surgen las comunidades rurales y comienzan a actuar algunos movimientos laicos.

Varias iniciativas de Monseñor Valdés marcan esta última etapa. En 1971 celebra el IV centenario del Monasterio de las Isabelas y en 1974 trae la primera comunidad de carmelitas descalzas. En 1975 crea la parroquia Cristo Resucitado en reemplazo de Misión de Rahue, que erige en 1978 en Santuario de Nuestra Señora de la Candelaria. Al año siguiente celebra los 25 años de la Diócesis con una Gran Misión y la apertura de la nueva Catedral. En el IV centenario de la primera iglesia de San Mateo Apóstol, el 24 de noviembre de 1977, consagra la nueva Catedral y al día siguiente ordena a dos nuevos sacerdotes  para la Diócesis. En 1978 crea la primera Escuela de Ministerios Laicos, culminando el 25 de octubre de 1981 con la celebración de sus 25 años de episcopado. Su fallecimiento, producido el 4 de enero de 1982, determina el nombramiento del segundo Obispo, asumiendo Monseñor Miguel Caviedes Medina, el 2 de enero de 1983.

Corresponde al Obispo Caviedes promover varias iniciativas destinadas a consolidar la organización de la Diócesis. Se establecen nuevos Departamentos Pastorales y otras áreas de acción. Algunas Fundaciones amplían sus instalaciones y asumen nuevas tareas en beneficio de jóvenes, lisiados, ancianos y niños en situación marginal. Se instala la Casa de Pastoral para el funcionamiento de los organismos diocesanos y se construye la Casa de Ejercicios Betania. Por la extensión del radio urbano de la ciudad y el aumento de poblaciones, se crean dos nuevas parroquias, continuándose con la construcción de capillas en el sector rural. Se caracteriza este período por masivas jornadas de oración, misiones y campañas organizadas por el episcopado nacional que responden a la situación social y política del momento. En este ámbito destacan las masivas peregrinaciones del Día de la Oración por Chile y la Misión por la Vida y la Reconciliación, celebradas en 1983 y 1985, que tuvieron por destino el Santuario de Misión de Rahue, y el año Mariano de 1987. Por otra parte, las jornadas de planificación pastoral, el Consejo Pastoral y otras instancias de organización, van estableciendo una pastoral de conjunto entre organismos, departamentos, parroquias y otros actores pastorales de la Diócesis. Monseñor Miguel Caviedes es trasladado en 1994 a la Diócesis de Los Ángeles, por decisión del Papa Juan Pablo II, quién designa como tercer Obispo de Osorno a Monseñor Alejandro Goic Karmelic, asumiendo el 25 de noviembre de 1994.

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