CREEMOS EN UN DIOS QUE ES PADRE
AÑO PASTORAL 1999
A los sacerdotes, religiosas y religiosos, diáconos permanentes; a los seminaristas; a laicas y laicos de organismos diocesanos, colegios y movimientos apostólicos; a todas las parroquias y comunidades; a todos los fieles de la Iglesia diocesana de Osorno.
Queridos amigos y hermanos:
Con gozo y esperanza iniciamos este nuevo año de acción pastoral que la gracia de Dios nos concede vivir.
A todos ustedes mí profunda gratitud por el espíritu eclesial que les anima y la generosa donación en los diversos campos de las tareas apostólicas. ¡Dios les bendiga y recompense con su amor y paz!.
En 1997 les entregaba la carta "Jesucristo, ayer, hoy y siempre". Ahí recordaba lo esencial de la acción evangelizadora, la primacía de Jesucristo en toda la acción pastoral, en 1998, en este camino al Jubileo del 2000 nos centramos en el Espíritu Santo, que es Señor y da vida. Ahora en 1999, nuestra mirada se dirige a Dios Nuestro Padre. Toda la vida cristiana es como una gran peregrinación hacia la Casa del Padre, del cual se descubre cada día su amor incondicional por toda criatura humana y en particular por el "hijo pródigo"(Lc. 15,11-32). Las orientaciones y criterios pastorales siguen en continuidad con los años anteriores.
Les pido a todos su generosa colaboración para, con la gracia de Dios, seguir avanzando en las tareas de evangelización en un gran espíritu de unión y comunión eclesial.
Presento esta carta con el siguiente esquema:
1) CREEMOS EN UN DIOS QUE ES PADRE.
2) LINEAS QUE DEBEN ATRAVESAR TODA LA ACCIÓN PASTORAL DE NUESTRA IGLESIA.
2.1 Dimensión celebrativa de la fe y espiritualidad.
2.2 Formación de personas: cristianos convencidos y convincentes.
2.3 Dimensión misionera de toda la pastoral.
2.4 Cercanía real y efectiva a los más pobres y sufrientes.
2.5 Caminar todos decididamente en la pastoral de conjunto.
3) TAREAS PASTORALES 1996-2000(de las cartas de 1996 - 1997, 1998 con leves modificaciones)
3.1 Anuncio de Jesucristo y espíritu misionero.
3.2 Formación y catequesis.
3.3 Vida espiritual y litúrgica.
3.4 Compromiso con los pobres y solidaridad.
3.5 Evangelización de la cultura y comunicación social.
3.6 Comunión y reconciliación.
4.01 Formación permanente de todos los agentes pastorales.
4.02 Acción misionera permanente.
4.03 Preparación al Jubileo del año 2000.
4.04 Visita pastoral del Obispo.
4.05 Directorio Pastoral Sacramental.
4.06 Renovar el Sacramento de la Reconciliación.
4.07 Casa de la Familia.
4.08 Los jóvenes y su evangelización de cara al 2.000.
4.09 Fortalecimiento de organismos de comunión y participación.
4.10 Pastoral de la comunicación social.
4.11 Solidaridad económica.
5) CONCLUSIÓN
1) CREEMOS EN UN DIOS QUE ES PADRE
En nuestro camino como Iglesia Católica en preparación a la conmemoración de los 2000 años del Nacimiento de Jesucristo, hemos ido viviendo como una gracia especial la dedicación de cada año a una de las divinas Personas.
Así, el año 1997 estaba dedicado a Jesucristo, que "es el mismo ayer, hoy y siempre"(Hb. 13,8), y en el cual hemos querido acoger y cultivar la primacía del Señor Jesús en toda la acción pastoral de la Iglesia. Luego, el año 1998 lo dedicamos al Espíritu Santo, que "es Señor y de vida", en el cual nos hemos abierto más a la gracia del Espíritu que nos conduce al encuentro, adhesión y seguimiento de Jesucristo, y edifica a la Iglesia como comunidad fraterna en misión.
En continuidad con lo vivido en los años anteriores, este año de 1999 la Iglesia lo dedica a Dios Padre, a Aquel que Jesucristo nos ha revelado como el "Padre Misericordioso". Queremos, así acoger más en nuestra vida personal y eclesial la novedad de un Dios que es Padre, y que en lo más íntimo de su corazón de Padre se encuentra su Misericordia. ¡Que Buena Noticia más maravillosa y esperanzadora para toda nuestra vida!
Acoger el amor que Dios, el Padre, tiene por todos sus hijos y por todas sus criaturas, nos sitúa ante la fuente de toda vida cristiana y ante el sentido de todo nuestro peregrinar, pues "en esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino que Él nos amó primero y envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados"(Jn. 4,10).
La experiencia de conocer el amor que el Padre Dios nos tiene y reconocer la presencia de ese amor en las diversas circunstancias y situaciones de la vida, reconocer la acción y la eficacia transformadora de ese amor de Dios Padre manifestado en Jesucristo es la experiencia fundamental de la fe cristiana: "esta es la vida eterna: que te conozcan a Ti, el único Dios verdadero, y al que Tú has enviado, Jesucristo"(Jn. 17,3). Es así, que el Papa Juan Pablo II nos recuerda que "toda la vida cristiana es como una gran peregrinación hacia la casa del Padre, del cual descubre cada día su amor incondicionado por toda criatura humana, y en particular por el "hijo pródigo"(cf. Lc. 15, 11-32)" (Tertio Millennio Adveniente 49).
Es en la experiencia fúndante de la acogida del amor que el Padre Dios nos tiene, y que nos ha manifestado en Jesucristo, que acontecen todas las demás experiencias fundamentales de la fe, aquellas experiencias que hacen cristiana a una persona. Particularmente, la experiencia de una fraternidad nueva en la Iglesia que anunciamos a todos los hombres, así como la experiencia de "este" mundo herido y desfigurado por el pecado, pero que es el mundo amado por Dios.
En este año del Padre Dios queremos acoger, pedir y cultivar la virtud de la Caridad, "recordando la sintética y plena afirmación de la Primera Carta de Juan: "Dios es amor" (4, 8.16). La caridad, en su doble faceta de amor a Dios y a los hermanos, es la síntesis de la vida moral del creyente. Ella tiene en Dios su fuente y su meta"(Tertio Millennio Adveniente 50).
La acogida del amor que el Padre Dios tiene por sus hijos nos conduce a una renovada y auténtica conversión, una conversión que significa la acogida de nuestra libertad, no como afirmación de nosotros mismos, sino como liberación del pecado y capacidad de elección del bien: "es éste el contexto adecuado para el redescubri-miento y la intensa celebración del sacramento de la Penitencia en su significado más profundo" (Tertio Millennio Adveniente 50).
Quisiera, brevemente, recordar algunos aspectos de este año dedicado a Dios Padre que parecen particularmente importantes para la vida de nuestra Iglesia diocesana.
1. El Dios en quien creemos
Jesucristo es quien nos revela al Padre a través de su identidad de Hijo, una identidad de un amor de filiación que produce una comunión tal que las expresiones que Jesús utiliza para comunicarla resultan escandalosas para sus oyentes: "Yo y el Padre somos uno"(Jn. 10, 30), "el que me ha visto a mí, ha visto al Padre"(Jn. 14,9).
Es en la relación de Jesucristo al Padre que somos introducidos en la gracia de la fe, somos hechos hijos en el Hijo: "miren qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues lo somos!"(1 Jn. 3, 1). Toda nuestra relación al Padre es en Jesucristo, por gracia del Espíritu Santo. El Dios en quien creemos es el Dios de Jesucristo: el Padre.
Es una maravillosa Buena Noticia, especialmente importante cuando vemos tantos hermanos nuestros que viven oprimidos por unas ideas sobre un dios arbitrario e injusto que sería el autor de todos los males que aquejan a las personas. Otros viven Indiferentes ante la idea de un dios que, si existe, está totalmente al margen de la vida de los hombres. Otros viven temerosos ante las ideas de un dios castigador y vengativo. ¡Qué lejos están estas ideas sobre Dios de la experiencia de amor que nos comunica Jesucristo!
Sin embargo, nosotros nunca hemos de suponer que nuestra experiencia de Dios coincide con la de Jesucristo, más bien hemos de suponer lo contrario, es decir, que nuestra experiencia, ideas e imágenes sobre Dios necesitan ser purificadas y evangelizadas. Necesitamos entrar en un camino de conversión, en una relación de mayor conocimiento y adhesión a Jesucristo para que Él nos conduzca hacia el verdadero rostro de Dios: el Padre de nuestro Señor Jesucristo.
2. - La Iglesia, signo de la misericordia del Padre
El Concilio Vaticano II nos recuerda una antigua expresión acerca de la Iglesia como "una muchedumbre reunida por la unidad del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" (LG 4). ¡Somos, pues, la familia del amor de Dios!(cf. Ef 2, 19); en ella se nos manifiesta el amor misericordioso del Padre que acoge y reúne a sus hijos dispersos.
En la Iglesia reunida por el amor misericordioso del Padre aprendemos a conocerlo en el seguimiento de Jesucristo, conducidos por el Espíritu. Es en la Iglesia donde recibimos el Espíritu que nos hace exclamar "¡Abba, Padre!"(Rom 8,15) y Jesucristo nos enseña a decir "Padre nuestro..." (cf. Mt 6, 9-13). En la Iglesia es donde nos acoge con los brazos abiertos el Padre misericordioso que espera el retorno a casa de cada "hijo pródigo" (cf. Lc 15, 11-32).
Estamos llamados a vivir en una Iglesia de comunión, aprendiendo a vivir como hijos de un mismo Padre, como verdaderos hermanos que teniendo legítimas diferencias se respetan y quieren de verdad.
Estamos llamados a vivir en una Iglesia que, reunida por el amor del Padre, es como una casa abierta y acogedora para reunir a todos los que peregrinan hacia Él, a veces por tortuosos caminos, y que esperan la acogida de los hermanos que están en casa.
Estamos llamados a vivir en una Iglesia reunida por la extremada misericordia del Padre que busca a cada uno de sus hijos(cf. Mt 18, 12 -14), en especial a los que están más lejos(cf. Lc 19,10). Una Iglesia de la compasión, que sea como los brazos extendidos del Padre misericordioso que buscan alcanzar y atraer a cada "hijo pródigo" - ese "hijo pródigo" que somos nosotros y que son, también, los otros.
Una Iglesia que sea signo de la misericordia del Padre: ¡esa es la Iglesia que estamos llamados a vivir y hacer presente en nuestro mundo, en nuestra manera de relacionarnos y en nuestra vida de cada día!
3. - El mundo amado por Dios
En su conversación con Nicodemo, Jesús nos expone el extremado amor del Padre y nos revela su designio de salvación: "porque tanto amó Dios al mundo que envió a su Hijo unigénito para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna"(Jn 3, 17).
El mundo amado por Dios es "este mundo" y no "otro". Este mundo es su criatura amada, y el amor del Padre está dispuesto a todo para que "este mundo" no se pierda, sino se salve y llegue a su plenitud: para eso el amor del Padre envía a su Hijo a dar la vida y suscitar una respuesta de amor.
Este mundo, bien lo sabemos, está herido y desfigurado por el pecado; sin embargo, sólo Dios conoce la hondura de esta herida que distorsiona y desfigura su creación amada, y conociendo la distorsión de este mundo Él lo mira con amor de compasión y lo ama con misericordia.
La mirada del amor misericordioso del Padre sobre este mundo no conoce de lamentaciones y quejas sobre el deplorable estado de "este mundo", sino que es un amor que actúa en la vida entregada del Hijo, para salvar a este mundo.
Nuestro camino de conversión pasa por dejamos introducir en la mirada del amor del Padre sobre este mundo que es nuestro mundo concreto, y allí actuar en el camino de la vida entregada del Hijo.
El amor del Padre nos envía a manifestar su misericordia en este mundo, para que nada ni nadie se pierda "en este sentido, recordando que Jesús vino a "evangelizar a los pobres" (Mt 11,5; Lc 7,22), ¿cómo no subrayar más decididamente la opción preferencial de la Iglesia por los pobres y los marginados?" (Tertio Millennio Adveniente 51).
2) LINEAS QUE DEBEN ATRAVESAR TODA LA ACCIÓN PASTORAL DE NUESTRA IGLESIA
Nuestra pastoral, en cualquiera de sus expresiones, debe estar atravesada por cinco aspectos, que presento a continuación:
2.1. Dimensión celebrativa de la fe y espiritualidad
Quiero reiterar aquí lo afirmado ya varias veces: "La sagrada liturgia ha de ser siempre el centro de la vida de la Iglesia"(Juan Pablo II). Es en la celebración de la fe donde el pueblo convocado por el Señor vive, en modo particular, el encuentro personal y comunitario con el Dios de la Vida que nos constituye como su pueblo, nos transforma y nos envía. Al mismo tiempo, toda la actividad de la Iglesia se ordena hacia la glorificación de Dios, la cual tiene su expresión en la alabanza de la celebración litúrgica.
Ruego a todos profundizar, y hacer vida la carta "Celebremos gozosos el encuentro con el Señor" de Junio de 1996.
Todos los creyentes de esta Iglesia diocesana, y muy particularmente, los que tenemos responsabilidades en la acción pastoral, estamos llamados a vivir una experiencia gozosa de Dios como amigo, como Salvador. En la raíz de todos los evangelizadores es necesaria una vida en el espíritu. Es necesario favorecer ampliamente los retiros espirituales, talleres de oración, jornadas formativas, adoración al Santísimo Sacramento, vigilias de oración. La Eucaristía ha de ser el centro de toda celebración. El amor y la devoción a la Madre de Dios es una fuente de espiritualidad para todo creyente.
2.2. Formación de personas: cristianos convencidos y convincentes
Siempre la Iglesia ha necesitado de cristianos que sepan dar razón de su fe y de su esperanza. Y en la hora actual, esto es mucho más apremiante, frente a tantas falsas ofertas y relativismos de todo tipo que solicitan la voluntad y la inteligencia de los seres humanos.
Creyentes que conozcan y amen a Cristo. Creyentes que procuren vivir el Evangelio y sientan la urgencia de anunciar lo que han visto y oído.
Hemos ido avanzando en los procesos de formación permanente. Hemos de continuar en ese camino con decisión y perseverancia. En cualquier sector de la pastoral que nos encontremos tenemos que tener esta honda inquietud de formar cristianos convencidos y convincentes.
2.3. Dimensión misionera de toda la pastoral
El apóstol Pablo, modelo de evangelizador grita: "¡Ay de mí si no evangelizara!". La Misión no es sólo tarea del Departamento de Misiones, creado en 1996, y que tanto ha contribuido a la toma de conciencia de la urgencia misionera.
Jesús ha sido el primero y el más grande evangelizador. La mirada a Él en los Evangelios nos iluminará en nuestra propia misión.
Aquí cabe a todos una sincera revisión: nuestras parroquias, comunidades, colegios, movimientos, etc. ¿son realmente misioneros?, ¿Los Organismos Diocesanos están ayudando a crear esta conciencia misionera?.
2.4. Cercanía real y efectiva a los más pobres y sufrientes
Una vez más - como Iglesia - queremos reafirmar nuestro amor preferente - no excluyente - por los más pobres y sufrientes. Un signo de la presencia del Reino es que los pobres son evangelizados. La Iglesia ama a todos y a todos quiere salvar y anunciar el gozo de la Buena Nueva.
Hay un llamado de Dios a ser solidarios con los más débiles. Hay un llamado de Dios a trabajar por una sociedad más justa y dignificadora de los más pobres.
2.5. Caminar todos decididamente en la pastoral de conjunto
Les decía al llegar como pastor de la diócesis: "La pastoral del conjunto es y será una tarea permanente entre nosotros, pues una pastoral de conjunto no es ni un método optativo ni una táctica ocasional, sino que es el modo práctico y concreto de ser una Iglesia - Comunión al servicio de la misión evangelizadora. Una pastoral de conjunto que valore a todos los miembros de la Iglesia e integre en comunión y en misión a laicos, consagrados y sacerdotes"(homilía toma de posesión 25-XI-1994).
En este año y en los venideros, fortaleceremos los diversos consejos de pastoral(parroquiales, diocesanos, económicos, etc.)que son formas concretas de participación y de comunión. Continuaremos haciendo esfuerzos serios de optimización de los recursos materiales para un mejor servicio. La pastoral de conjunto exige una actitud interior y de espiritualidad que valore a cada miembro de la Iglesia y le permita poner en ejercicio toda su capacidad y potencialidad en bien de todos.
3) TAREAS PASTORALES 1996 - 2000(de las cartas de 1996 - 1997 - 1998 con leves modificaciones)
En esta carta pastoral, quiero reiterar las grandes tareas señaladas en 1996, 1997 y 1998. Las propongo siguiendo el esquema que presentan las Orientaciones Pastorales 1996-2000 de la Conferencia Episcopal de Chile.
3.1. Anuncio de Jesucristo y espíritu misionero
a) Reiterando lo dicho de darle a toda la pastoral una dimensión misionera, quiero proponer una acción misionera permanente en campos y ciudades. Esto supone:
Ayudar a despertar vocaciones misioneras de laicos que dediquen algunas horas cada semana a la evangelización.
Iniciar con ellos un proceso de formación que incluya doctrina, espiritualidad, metodología, etc.
Visitas domiciliarias.
La celebración
del Mes de María Misionero.
La transmisión de
la Palabra de Dios, a través de cursillos bíblicos sencillos.
En 1996 iniciamos la selección de misioneros en orantes, visitadores y activos y su preparación con encuentros mensuales de formación a nivel diocesano y a nivel parroquial.
En 1997 y 1998 se realizaron en casi toda las parroquias acciones misioneras sectoriales y la formación de misioneros con jornadas mensuales.
En 1999 y en los años venideros continuaremos profundizando esta tarea misionera como prioridad absoluta de nuestra pastoral diocesana.
b) Nuestra vocación misionera nos lleva a insistir en la pastoral de la familia, núcleo básico de la existencia humana y para la transmisión de la fe.
El Departamento de la Pastoral Familiar y los movimientos apostólicos vinculados a la familia tienen aquí una gran tarea.
Ayudar a toda la Iglesia diocesana a profundizar el verdadero sentido del amor humano, profundizar el sentido de la maternidad y de la paternidad la preparación de los novios al matrimonio en íntima relación y coordinación con el Departamento de Catequesis.
Crear un centro especializado en paternidad responsable.
Una atención pastoral apropiada para situaciones especiales: madres solteras, separados, viudos, separados vueltos a casar, etc.
Es necesario dar a conocer el servicio que ofrece el Oficio Judicial, para procesos de nulidad matrimonial.
Despertar el celo apostólico de las familias cristianas para que hagan suya la tarea de la nueva evangelización.
La creación de la "Casa de la Familia Nazaret" en 1998 ha sido un paso de gran significación para apoyar la vida familiar.
c) Los jóvenes serán siempre en nuestra Iglesia una prioridad pastoral. Esfuerzo fundamental de cada parroquia y comunidad cristiana será la organización de comunidades juveniles. Los encuentros de oración y diálogo con el Pastor que se realizaron en 1997 y 1998 constituyeron una experiencia muy rica y significativa.
El Departamento de pastoral Juvenil ayudará en:
Los procesos formativos de animadores y asesores de la pastoral juvenil
La organización de acciones concretas de amor, servicio y solidaridad.
La preocupación por los jóvenes en situaciones difíciles por efecto del alcohol, la droga, etc.
Crear una mística entusiasmaste en el seguimiento de Jesús y en la vivencia del Evangelio.
Formar en los jóvenes el espíritu misionero, para que desarrollen una personalidad apostólica.
Deberá acentuarse en el futuro inmediato la preocupación por la evangelización de los jóvenes universitarios, de institutos de educación superior y centros profesionales.
Este año esperamos iniciar el SINODO JUVENIL.
d) Los Colegios Católicos de la diócesis son un aporte importantísimo en la formación cristiana de nuestros niños y de nuestros jóvenes. Hay ahí un potencial extraordinario para las tareas de evangelización, incluyendo a los padres, apoderados, docentes, etc. Esperamos realizar un esfuerzo de coordinación pastoral entre los colegios de Iglesia para potenciar su fuerza evangelizadora.
e) Los Niños son nuestra esperanza. Lo que reciben a temprana edad es fundamental para su futuro. La Infancia Misionera es un precioso camino para inculcarles - desde pequeños - el amor por la evangelización y la persona de Jesús. Es de desear que en cada parroquia de la Iglesia diocesana exista un grupo de niños que vayan entrando en esa mística. El Departamento diocesano de las Obras Misionales ofrecerá todo el apoyo necesario. La Catequesis, los Scouts, el Moani, etc., son otros medios de evangelización de los niños.
f) La Pastoral vocacional nos ha recordado el Papa debe "ser prioridad por parte de los obispos y una exigencia de todo el pueblo de Dios". Seguiremos dando un impulso a la pastoral vocacional a fin de suscitar presbíteros, diáconos permanentes, religiosos, religiosas, miembros de institutos seculares, etc. para la Nueva Evangelización.
Todos los primeros jueves de mes, en toda la Iglesia diocesana tendremos una oración especial por el despertar de las vocaciones. La Semana de Pastoral Vocacional será celebrada con especial importancia cada año.
3.2. Formación y Catequesis
Los profundos cambios culturales nos desafían a formar agentes pastorales y evangelizadores que den razón de su fe y esperanza cristiana.
En este campo tenemos tareas urgentes e importantes:
La formación de todos nuestros catequistas: de Primera Comunión, de Confirmación, Catequesis pre-bautismal, pre-matrimonial, etc. El Departamento diocesano de Catequesis, de acuerdo a los requerimientos formulados de las parroquias, tratará de responder a estos anhelos de formación.
Es necesario continuar un esfuerzo serio y sostenido para renovar la preparación y la celebración del Sacramento de la Confirmación, como sacramento de la madurez personal y de la misión eclesial. Lo propio de este sacramento es despertar en el corazón del creyente su dimensión de testigo y apóstol de la fe. En este año dedicado especialmente al Padre Dios, queremos renovar en nuestra vida el don del Sacramento del Perdón, Reconciliación o Penitencia.
La formación permanente de los sacerdotes, religiosos, diáconos permanentes.
Una tarea especial le cabe al Área de Educación y a la Catequesis en la formación del profesorado y particularmente de los profesores de religión; la formación de los coordinadores y animadores de las comunidades de base, será una especial preocupación del Departamento de Comunidades y Ministerios (Comin).
3.3. Vida espiritual y litúrgica
Para responder a esta línea pastoral:
Se creó en 1996 el Centro de Espiritualidad, en memoria de Mons. Francisco Valdés S. Este Centro procurará rescatar la vida, obra y testimonio de nuestro primer obispo diocesano e impulsará una fuerte corriente de espiritualidad en el seguimiento de Jesucristo de todos los fieles de la Iglesia diocesana, promoviendo retiros espirituales, particularmente entre todos los laicos que tienen compromisos apostólicos en la Diócesis.
El Departamento de Liturgia ayudará a la formación de los integrantes de los equipos litúrgicos de parroquias y comunidades, particularmente en la formación de lectores, guías, coros, etc. Especial preocupación tendrá por la preparación de los animadores de celebraciones dominicales. El ideal es que cada comunidad, se reúna cada Domingo para celebrar el Día del Señor. La manera óptima de celebración del Domingo es con la Eucaristía; como ello no es posible en cada capilla, persiste el llamado del Señor a santificar el día Domingo.
Quiero señalar la importancia de la adecuada preparación de la homilía por parte de quienes tenemos ese servicio como sacerdotes.
En la Iglesia diocesana hay muchas expresiones de religiosidad popular. Valorar esas expresiones y ayudarlas a través de una adecuada pedagogía, a una mayor profundidad y participación en la vida sacramento¡ es tarea urgente y necesaria.
3.4. Compromiso con los pobres y solidaridad
La vida y el sufrimiento de los pobres y necesitados ocupan un lugar singular, no sólo en la pastoral de la Iglesia, sino en su propia identidad. "Esta línea de la Iglesia cobra hoy actualidad en un país decidido a superar la marginación y la extrema pobreza y en que, sin embargo, tiende a dominar una cultura del consumo que, a menudo, se olvida de los pobres y de los necesitados: enfermos, privados de libertad, gente sola y abandonada" (OO.PP. Nº 132).
En esta materia seguiremos trabajando y fortaleciendo:
Caritas diocesana continuará en sus importantes servicio a las adolescentes embarazadas, a la educación y prevención del SIDA, a la atención de los adultos mayores, a responder a las urgencias de los más pobres y generar en el futuro, en relación con otros organismos diocesanos, acciones de educación y prevención para enfrentar los problemas derivados del alcohol, la droga, la delincuencia.
Las obras de la fundación Betsaida, el Hogar "San José", el Hogar "Santa María", son señales claras de la cercanía de la Iglesia a los más sufrientes y débiles.
Las Misiones de la Costa, la Fundación "Cristo Joven"' y la Fundación del "Santuario Nuestra Señora de la Candelaria", con su servicio generoso y abnegado a la educación de niños y jóvenes muestran claramente el amor preferente de la Iglesia por ellos.
A fines de 1996, se constituyó la Fundación "Misiones de la Costa" que unificó las obras educativas, de salud y de promoción al servicio de los habitantes del sector de la Costa.
La pastoral carcelaria y hospitalaria son expresiones concretas de preocupación por los más pobres y sufrientes. Es necesario incorporar en ambas pastorales a más laicos.
La enseñanza de la doctrina social de la Iglesia aparece como fundamental para ayudar a un cambio de mentalidad y crear contentes de solidaridad y de sobriedad de vida.
La Iglesia diocesana tiene que valorar y apoyar las organizaciones de los sectores más pobres, para que ellos puedan ser protagonistas de su propio desarrollo y no simples beneficiarios pasivos de iniciativas ajenas a ellos(cf. OO. PP. N 139).
Valorar el aporte a la Iglesia y a la sociedad de los Profesionales y Empresarios. En 1998 se ha empezado una acción pastoral específica para este sector de nuestra Iglesia.
Es necesario "una nueva generación que no viva de los espejismos del lucro y del consumismo, sino que este cimentada en las mejores tradiciones de sobriedad, solidaridad y generosidad que anidan en el corazón de vuestro pueblo"(Juan Pablo II a los obispos de Chile).
3.5. Evangelización de la cultura y comunicación social
Uno de los elementos que más influyen en nuestra sociedad actual y en nuestra cultura es el de las comunicaciones sociales. Los grandes cambios que se aproximan en la tecnología de las comunicaciones, producirán cambios también en nuestro modo de pensar. Esto implica formar cristianos aptos para trabajar en los medios de comunicación social y dar una esmerada formación cristiana y pastoral a quienes dirigen o trabajan en estos medios.
El Departamento de Comunicación Social de la Diócesis tiene aquí una gran tarea pastoral. Continuar con la capacitación de comunicaciones en la base, la preparación de programas radiales y la emisión del Boletín "Hacia la Cumbre", como instrumento de unidad pastoral.
3.6. Comunión y Reconciliación
El Señor nos quiere unidos al interior y exterior de la Iglesia. Ella es instrumento de unidad.
Para potenciar la unidad
interior propongo:
Con la visita pastoral del Obispo se han constituido en las parroquias ya visitadas el Consejo Pastoral Parroquial. Constituidos en todas las parroquias llegaremos a la formación del Consejo Pastoral Diocesano. Los criterios para estos consejos están expresados en mi Carta "Una Iglesia servidora de la comunión."
En 1997 se entregó el "Directorio pastoral sacramental diocesano" que tienen como objetivo principal unificar criterios teológicos, litúrgicos y pastorales en la administración de los diversos sacramentos. Es deber de todos estudiar en profundidad este Directorio y ponerlo en práctica.
El Departamento de Comunidades y Ministerios(COMIN)ayudará, con otros equipos diocesanos, a unificar criterios en la formación de los ministros extraordinarios de la Eucaristía y otros ministerios. La formación de los Acólitos y criterios para su selección es otro campo que requiere profundización.
La dimensión económica y una vertiente de solidaridad evangélica en el uso de los recursos es un aspecto que debe ayudarnos a la comunión y al compartir.
La creación de los Consejos Económicos Parroquiales está siendo, con la gracia de Dios, uno de los frutos de la visita pastoral del Obispo con una real participación laical.
El Consejo de Asuntos Económicos ha continuado los estudios para la construcción del futuro edificio del Obispado, y su adecuado financiamiento. Se comenzó la construcción en Agosto de 1998 y, Dios mediante, en este año 1999(en Octubre o Noviembre)se inaugurarán las nuevas dependencias de los diversos servicios del Obispado. Esta construcción busca una mayor unidad pastoral, la obtención de recursos para la acción pastoral(a través de rentas por locales)y su distribución solidaria v también, de alguna manera, contribuirá al embellecimiento del sector céntrico de la ciudad.
El amor y respeto por las diversas expresiones de la fe católica. La valoración de los Movimientos Apostólicos(Cursillos, Encuentros matrimoniales, Legión de María, Renovación Carismática, etc.)y la riqueza de sus aportes a la pastoral de conjunto. Los dirigentes de estos movimientos con la coordinación de la Vicaria Pastoral se reunirán periódicamente para un mayor conocimiento e integración a la pastoral de conjunto.
Para potenciar la unidad
exterior propongo:
"En el seno de la Iglesia tenemos que ser capaces de convivir con diversas apreciaciones de la realidad social, de la cultura adveniente... la fe tiene que hacernos capaces de derribar los muros que los hombres construimos" (OO. PP. Nº 155).
El diálogo ecuménico, con otras expresiones de fe, no siempre es fácil, pero es absolutamente necesario.
Trabajar por la reconciliación, el respeto de unos con otros, el cuidado en el lenguaje en materias opinables, etc., son expresiones concretas de búsqueda de unidad y de comunión.
4.01. Formación permanente de todos los agentes pastorales.
El clamor de todos, especialmente de los laicos, que escuché en la visita pastoral a las parroquias el año pasado, fue la necesidad de una mayor formación en todos los niveles.
Esta será la tarea prioritaria en los años venideros: la formación de todos nuestros agentes pastorales(laicos, religiosas, diáconos permanentes, sacerdotes).
Este año, además, tendremos que profundizar en algunos documentos de gran importancia para la vida de la Iglesia: la reciente exhortación apostólica de Juan Pablo II "Ecclesia in America"; "Reconciliatio et Penitencia" para renovar el sacramento de la reconciliación; "Fides et Ratio", las relaciones entre la fe y la razón, etc.
a) Para sacerdotes, religiosas, diáconos permanentes.
Las jornadas mensuales de formación (1ºs martes)
Semana teológico anual.
(Los diáconos
permanentes tendrán una jornada especial los días 12,13 y 14 de marzo).
b) Para laicos: (Plan trienal de formación para todos los agentes Pastorales laicos por parroquias).
Una comisión diocesana convocada por el Obispo está preparando este Proyecto para los 1999-2001.
Se dará a conocer en detalles dicho proyecto que busca sistematizar la formación de todos los laicos con los contenidos básicos de la fe.
La propuesta quiere convocar a los agentes pastorales laicos en sus respectivas parroquias 4 veces en el año en el sector urbano y 2 en el rural(aprovechando las instancias de encuentro normales en el mundo rural).
Los esfuerzos formativos de cada unidad eclesial, realizados semanalmente, especialmente de quienes tienen la responsabilidad de la educación del a fe(catequistas)
Continuarán los encuentros Normativos de Secretarias Parroquiales.
Otro aspecto de la formación permanente es la renovación espiritual. En esa dimensión:
Retiros espirituales anuales para sacerdotes, religiosas, y diáconos permanentes. (estos últimos lo realizarán el 2, 3 y 4 de julio).
religiosas y religiosos: encuentros periódicos, según el propio carisma.
los sacerdotes diocesanos: tres encuentros de espiritualidad en el año.
para laicos, propuesta de retiros a nivel diocesano y parroquias.
dos retiros simultáneos para todos: signo de una Iglesia unida en oración al Padre en todos sus agentes pastorales.
3 de abril, sábado santo.
25 de septiembre, vísperas del Día de Oración por Chile.
Ambos retiros serán durante la mañana, con un esquema que se hará llegar a todos.
c) Centro de formación:
Esta iniciativa pretende la formación más sistemática de laicos en lo doctrinal, pastoral, espiritual, etc. y que sea coherente con lo que señala el reciente documento del Papa Juan Pablo II acerca de los laicos(Ecclesia in America Nº 44). De este Centro de Formación podrían surgir - a futuro - los ministerios autorizados por la Iglesia y las nuevas vocaciones al diaconado permanente.
4.02. Acción misionera permanente.
Prácticamente en todas las Parroquias se han formado los Equipos Misioneros Permanentes. En este año 1999 y en los venideros continuaremos con la formación de los misioneros y con la realización, en sectores parroquiales, de acciones evangelizadoras.
Se trata de una prioridad absoluta de nuestra Iglesia diocesana, a la cual ruego el máximo apoyo de todos los agentes pastorales, especialmente sacerdotes. Se trata de una acción en que hemos de incorporar con mucha fuerza a los laicos de la Diócesis.
4.03. Preparación al Jubileo del año 2000.
El tiempo de preparación al Gran Jubileo culmina en 1999 con el año dedicado al Padre. Así quiere destacar la Iglesia el punto de llegada del dinamismo trinitaria de la vida: "por Cristo, con Él y en Él, a Ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos. Amén".
Profundizar en el Misterio del Padre invita necesariamente a sumergirse en el misterio del amor porque el Padre es su necesaria referencia al Sacramento del Perdón, en que su Misericordia se manifiesta infinita. La opción preferencial por los pobres es una consecuencia del amor al Padre. La mirada a María, Hija Predilecta del Padre, nos anima en nuestra fidelidad de fe. "La Peregrinación Mariana" que comenzó a fines de 1998 y que continuará hasta fines de mayo de 1999, culminará con la inauguración oficial del Campo de Oración "Santa María, Nuestra Señora de Osorno" en el sector de Pilauco, al lado de la Casa de Retiro "Betania".
A través de la Vicaría Pastoral se irá proponiendo una propuesta pastoral en sintonía con la Iglesia Universal y con la de todo nuestro País.
4.04. Visita Pastoral del Obispo.
La visita pastoral es una de las responsabilidades del Obispo en la conducción pastoral del pueblo de Dios a él encomendado. En la visita pastoral se presenta al Obispo, en modo concreto, como principio y fundamento visible de la unidad de la Iglesia (L.G. 23).
En 1998 realicé la visita pastoral a 16 parroquias. En el primer semestre de 1999, espero, con la gracia de Dios, realizarla en la cinco que aun me faltan Y a partir del segundo semestre comenzaré a realizar las post - visitas pastorales. Se trata de dar continuidad a un proceso para favorecer la pastoral de conjunto.
4.05. Directorio Pastoral Sacramental
Se entregó a toda la Diócesis en 1997. Es necesario un esfuerzo constante de todas las parroquias para su estudio y puesta en práctica especialmente de los Catequistas, religiosos y sacerdotes: se trata de un precioso instrumento de unidad pastoral en la práctica sacramental, que todos hemos de asumir en espíritu de comunión eclesial.
4.06. Renovar el Sacramento de la Reconciliación
El año del Padre nos ofrece una oportunidad providencial para renovar el sacramento del perdón o reconciliación.
La Comisión Nacional de Liturgia de la Conferencia Episcopal entregará un documento que será la base para esta renovación teológico, pastoral, catequética y celebrativa de este sacramento fundamental en la vida de la Iglesia y de cada creyente.
4.07. Casa de la Familia.
En 1998 partió este anhelado proyecto con el objetivo de ofrecer a toda la comunidad un espacio donde se presente en todas sus posibilidades el proyecto divino de¡ amor humano, el ideal creyente del matrimonio.
Este año 1999, los laicos que animan esta acción entregarán oportunamente la programación de formación al amor a los jóvenes en una preparación remota al matrimonio; continuarán ofreciendo servicios de paternidad responsable y consejería familiar; escuela para padres.
Es fundamental el apoyo y la motivación de los pastores en las parroquias a este servicio que ofrece la "Casa de la Familia Nazareth".
4.08. Los jóvenes y su evangelización de cara al 2.000.
Les decía el año pasado: "Es un enorme desafío el evangelizar a los jóvenes hoy; conocerles en sus inquietudes, quererles, dedicarles tiempo, anunciarles la persona de Jesús y el gozo del Evangelio".
Tenemos que hacer acciones significativas para fortalecer la pastoral juvenil en toda la Iglesia diocesana.
Esperamos iniciar el Sínodo de los Jóvenes este año. Paso previo para ello es que cada Parroquia tenga su Asesor Parroquial y dos jóvenes (mujer y varón) coordinadores. Lo mismo los diferentes movimientos de jóvenes presentes en la diócesis y en los colegios. Y que estos asesores y coordinadores sean estables por lo menos por un período de dos años.
Pido a todos un especial apoyo a esta pastoral a través del Departamento de Pastoral Juvenil Diocesano.
Dentro de la evangelización de los jóvenes, queremos servir a los universitarios y a los que estudian en Centros de Enseñanza Superior.
Crearemos este año un Departamento de Pastoral de ENSEÑANZA SUPERIOR, que integre a los universitarios del Barrio "Obispo Romero", de la U. de los Lagos y los diversos centros de enseñanza superior de nuestra Provincia.
También queremos reforzar la acción de la Pastoral Vocacional, como una consecuencia de una pastoral juvenil comprometida con Jesucristo y su Evangelio.
4.09. Fortalecimiento de organismos de comunión y participación.
La pastoral de conjunto es y será una tarea permanente entre nosotros. Se trata de ser una Iglesia - Comunión al servicio de la misión evangelizadora.
En estos últimos años hemos ido avanzando en esta línea de pastoral de conjunto.
A nivel diocesano:
Consejo de Presbiterio: se reúne mensualmente.
Consejo de Asuntos económicos: se reúne mensualmente.
Consejo de Organismos Diocesanos: se reúne mensualmente.
Consejo de Movimientos Apostólicos: se reúne cada dos meses.
Consejo Diocesano de Pastoral (esperamos crearlo este año).
Este Consejo será el organismo más importante de comunión y participación de¡ pueblo de Dios y constituirá el organismo de mayor representación de toda la acción pastoral de la Iglesia diocesana.
A nivel decanal:
Actualmente se reúnen sólo los sacerdotes de cada decanato. Es una buena instancia de confraternidad, reflexión e intercambio de experiencias.
El esfuerzo a realizar es constituir el Consejo Pastoral Decanal, que integre en comunión, misión y participación a laicos, consagrados y pastores.
A nivel parroquial:
Consejo Pastoral Parroquia¡: con la visita Pastoral se han reforzado o creado ahí donde no existían. Es un valioso instrumento a las tareas pastorales de cada parroquia. Es necesario su fortalecimiento.
Consejo Parroquia¡ de Asuntos Económicos: también se han ido creando prácticamente en todas las parroquias. Otro espacio extraordinario para una Iglesia en comunión y participación.
Para todos estos Consejos quiero invitarles a profundizar mi carta "Una Iglesia servidora de la comunión» de abril de 1998.
4.10. Pastoral de la comunicación social.
Se trata de un campo con enormes desafíos.
Durante muchos años radio 'La Voz de la Costa» de la Fundación Freder (integrada por varias entidades de orientación cristiana» ha sido un espacio para los más pobres, la valoración de las culturas autóctonas, la comunicación entre los diversos sectores rurales, el apoyo a las organizaciones del pueblo huilliche, etc.
El Departamento de Pastoral de Comunicación Social del Obispado en estos últimos años se ha esmerado en:
la edición mensual del boletín diocesano "Hacia la Cumbre". Vínculo de unidad y de comunicación de toda la Iglesia diocesana. Se requiere de parte de todos una acción decidida de utilizarlo como instrumento pastoral y de lograr su difusión lo más amplia posible.
el programa radial "El Día del Señor" que se transmite todos los domingos por diversas emisoras, es otro instrumento valiosísimo para la intercomunicación diocesana.
la capacitación de "comunicadores sociales de la base" es algo digno de destacarse. Faltan aún muchas unidades eclesiales que deben incorporar a laicos en estas tareas.
la permanente alimentación a los medios de comunicación social de eventos y noticias de la iglesia local. Mayor sería esta fuente de información si cada unidad eclesial tuviera su comunicador propio.
la valoración del trabajo de los comunicadores sociales y la celebración de la "Jornada Mundial" todos los años en la Catedral.
Además de potenciar y de mejorar los actuales servicios, será necesario en el futuro:
un suplemento periódico en "Hacia la Cumbre" de los avances en la causa del proceso de beatificación de Mons. Francisco Valdés S., primer Obispo de Osorno.
la creación de la anhelada biblioteca para toros los agentes pastorales.
la formación de los fieles a una conciencia crítica frente a los MCS.
El apoyo pastoral a todos los comunicadores sociales de nuestra Provincia (ver nº 72 de "Iglesia en América")
4.11. Solidaridad económica.
Seguiremos trabajando en potenciar la contribución del 1% de los fieles a la Iglesia y continuaremos apoyando a los Consejos Parroquiales de Asuntos Económicos.
Este año, en el segundo semestre, Dios mediante, se pondrá en funcionamiento el nuevo Edificio "San Mateo' del Obispado, que se encuentra en construcción y que se iniciara en el segundo semestre de 1998. Todos los servicios diocesanos tendrán ahí el espacio para servir y favorecer la pastoral de conjunto.
Sigue siendo un desafío permanente al interior de nuestra Iglesia la solidaridad y el compartir fraterno de nuestros bienes para vivir evangélicamente esta dimensión económica de 'nuestra existencia.
5) CONCLUSIÓN
Confiemos todas las tareas de nuestra iglesia diocesana a la Virgen María, Madre del Redentor.
"Ella, la Madre del amor hermoso, será para los cristianos que se encaminan hacia el gran Jubileo del tercer miento la Estrella que guía con seguridad sus pasos al encuentro del Señor. La humilde muchacha de Nazaret, que hace dos mil años ofreció al mundo al verbo encarnado, oriente hoy a la humanidad hacia Aquel que es "la luz verdadera, aquella que ilumina a todo hombre"(Jn. 1,9)" (Juan Pablo II)
OSORNO, 5 de Marzo de 1999