RETORNAR A DIOS NUESTROS TALENTOS,NUESTRO TIEMPO, NUESTRO DINERO.
Cada cual dé según el dictamen de su corazón, no de mala gana ni forzado, pues: Dios ama al que da con alegría". Y poderoso es Dios para colmaros de toda gracia a fin de que teniendo, siempre y en todo, todo lo necesario, tengan aún sobrante para toda obra buena" ( II Cor. 9, 7-8).
A TODA LA COMUNIDAD DIOCESANA.
En el mes de Julio de 1998 entregué a toda la comunidad diocesana una carta pastoral titulada: " El dinero en la Iglesia de Osorno: una mirada transparente".
En esa carta me referí, desde la perspectiva de la fe a los recursos materiales en la vida de la Iglesia; describí la realidad económica del Obispado de Osorno y las diversas Fundaciones con administración propia. Recordé también lo referente a la administración de las parroquias y otras obras existentes en la iglesia diocesana y pertenecientes a congregaciones religiosas (femeninas y masculinas) con administración propia. Finalmente señalé algunos proyectos futuros.
Hoy quiero referirme especialmente a la responsabilidad de todo creyente en retornar a Dios lo que El nos ha dado. Y esto lo hacemos dando nuestros dones y talentos, nuestro tiempo y nuestro dinero. El gran principio es colocar a Dios en el centro de nuestra vida y dar gratitud de lo que El nos ha dado a su Iglesia, a nuestros hermanos.
Esta sencilla carta, es pues, una continuación de la anterior. Esta hecha con amor a la Iglesia de Osorno y a cada uno de los miembros de ella: laicos, consagrados y pastores.
La presento con el siguiente esquema:
I.- ¿Cómo ser un cristiano corresponsable?
II.- Tareas para crecer en corresponsabilidad.
III.- Conclusión.
Anexo.
I.- ¿ COMO SER UN CRISTIANO CORRESPONSABLE ?
La breves ideas que aquí presentaré están tomadas fundamentalmente de una carta pastoral de los Obispos de Estados Unidos titulada " La corresponsabilidad, respuesta de los discípulos ".
San Pedro en su primera carta ( Iª Pe. 4,10 ) nos recuerda que "el don que cada uno haya recibido, póngalo al servicio de los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. A la luz de esta Palabra Revelada los cristianos corresponsables aceptan los dones de Dios con gratitud, los cultivan con responsabilidad, los comparten de manera justa y amorosa con los demás y se los devuelven con creces al Señor
¿Qué significa ser un cristiano corresponsable?
Cuidar los recursos humanos y materiales y usarlos responsablemente es una respuesta.
Pero ser un cristiano corresponsable significa más.
Los cristianos corresponsables aceptan los dones de Dios con gratitud, los cultivan con responsabilidad, los comparten de manera justa y amorosa con los demás y se los devuelven al Señor con creces.
a. Los Discípulos son Cristianos Corresponsables
Comencemos por ser discípulo o sea, una persona que sigue a nuestro Señor Jesucristo. Por ser miembros de la Iglesia, Jesús nos llama a ser discípulos. Esto tiene serias implicaciones:
Los discípulos maduros hacen una decisión consciente y firme de seguir a Jesús, sin importarles lo que cueste.Los discípulos cristianos tienen una conversión -un cambio de corazón y mente que afecta toda la vida- y hacen un compromiso con el Señor.
Los cristianos corresponsables responden de manera especial al llamado a ser discípulos. La corresponsabilidad tiene el poder de formar y moldear la manera en que entendemos nuestra vida y la estamos viviendo.
Los discípulos de Jesús y los cristianos corresponsables reconocen que Dios es el origen de la vida, el dador de libertad y la fuente de todas las cosas. Estamos agradecidos por los dones que hemos recibido y estamos dispuestos a usarlos de manera que muestren nuestro amor por Dios y por el prójimo. Estudiamos la vida y las enseñanzas de Jesús en busca de una guía para vivir como cristianos corresponsables.
b. Corresponsables por la Creación.
La Biblia contiene un mensaje profundo sobre la corresponsabilidad de la naturaleza: Dios creó el mundo pero se lo encomendó a los seres humanos. Cuidar y cultivar el mundo incluye lo siguiente:
El aprecio entusiasta por las bellezas y maravillas de la naturaleza;La protección y la preservación del medio ambiente, que sería la corresponsabilidad ecológica;
El respeto por la vida humana, protegiendo la vida de cualquier amenaza o ataque y haciendo todo lo posible para enriquecer ese don y ayudarlo a florecer; y
El desarrollo de este mundo mediante el noble esfuerzo humano: las labores físicas, los negocios y las profesiones, las artes y las ciencias. A ese esfuerzo le llamamos trabajo.
El trabajo es una vocación humana que nos hace sentir realizados. El Concilio Vaticano II señala que, mediante el trabajo no sólo contribuimos a nuestro mundo sino también al reino de Dios, que está ya presente entre nosotros. El trabajo es nuestra asociación con Dios, nuestra colaboración divina-humana en la creación. El trabajo ocupa un lugar central en nuestra vida como cristianos corresponsables.
c. Corresponsables de la Vocación.Jesús llama a sus discípulos a un estilo de vida diferente -el estilo cristiano de vida- del cual forma parte la corresponsabilidad.
Pero Jesús no nos llama como entes sin nombre de una muchedumbre sin rostro. El nos llama individualmente por nuestro nombre. Cada uno de nosotros-sacerdote, religioso o laico; casado o soltero; adulto o niño- tiene una vocación personal. Dios quiere que cada uno de nosotros desempeñe un papel único en su plan divino.
El reto, entonces, es poder discernir cuál es el papel - nuestra vocación - y responder con generosidad a este llamado del Señor. La vocación cristiana implica ser corresponsable. También Cristo nos llama a ser corresponsables de la vocación personal que hemos recibido de Dios.
d. Corresponsables de la Iglesia.
Como corresponsables de los dones de Dios no somos beneficiarios pasivos. Cooperamos con Dios en nuestra redención y en la redención de otras personas.
También estamos obligados a ser corresponsables de la Iglesia - colaboradores y cooperadores en la continuación del trabajo redentor de Jesucristo, que es la misión esencial de la Iglesia. Esta misión: la predicación y la enseñanza, el servicio y la santificación, es nuestro trabajo. Es la responsabilidad personal de cada uno de los que se consideran corresponsables de la Iglesia.
Cada miembro tiene una función diferente que desempeñar dentro de la misión de la Iglesia:
Los padres que educan y guían a sus hijos a la luz de la fe;Los feligreses que trabajan concretamente de distintas maneras para convertir a sus parroquias en verdaderas comunidades de fe y fuentes de servicio a toda la comunidad;
Todos los católicos que dan generosamente su apoyo - tiempo, dinero, oraciones y servicio personal de acuerdo a sus circunstancias - a los programas e instituciones de la diócesis y de la Iglesia universal.
e. Obstáculos a la Corresponsabilidad.
Las personas que deciden vivir como discípulos y cristianos corresponsables se enfrentan a serios obstáculos.
La cultura secular dominante contradice en muchas formas las convicciones de nuestra tradición religiosa sobre el significado de la vida. Esta cultura frecuentemente incita a los individuos a centrarse en sí y en los placeres. Muchas veces es demasiado fácil ignorar las realidades espirituales y negar a la religión un papel en la formación de los valores humanos y sociales.
Sabemos lo que significa luchar en contra del egoísmo y la avaricia y reconocemos que es más difícil para muchos aceptar las exigencias de ser cristianos corresponsables.
En consecuencia, es esencial que hagamos un esfuerzo mayor para comprender lo que significa ser un cristiano corresponsable y vivir de tal manera.
f. La Vida del Cristiano Corresponsable.
La vida de un cristiano corresponsable trata de imitar la vida de Cristo. Es un modo de vida exigente y difícil en muchos aspectos, pero hay intenso gozo para los que se arriesgan a vivir como cristianos corresponsables. Mujeres y hombres que buscan vivir corresponsablemente aprenden que "Dios dispone todas las cosas para bien de los que lo aman" (Rom 8,28).
Después de Jesús, vemos en María el ejemplo ideal de los cristianos corresponsables. La madre de Cristo supo vivir su ministerio en espíritu de fidelidad y servicio; ella respondió generosamente al llamado. (ver Lc 1, 26-56).
Tenemos que preguntarnos: ¿Deseamos ser discípulos de Jesús y cristianos corresponsables de nuestro mundo y nuestra Iglesia?
Parte central de nuestra vocación humana y cristiana, como también de la vocación que cada cual recibe de Dios, es que seamos corresponsables de todos los dones que hemos recibido. Dios nos da este taller divino-humano, este mundo y esta Iglesia nuestra.
El Espíritu nos muestra el camino.
La corresponsabilidad cristiana es parte de nuestro camino
II. TAREAS PARA CRECER EN CORRESPONSABILIDAD.
En el espíritu de lo ya expuesto, quisiera ahora proponer acciones concretas, especialmente en la tarea de incorporar a más hermanos al 1% a la Iglesia que constituye -entre otros- un signo claro de pertenencia y de amor a la comunidad eclesial.
Actualmente son cerca de 7.000 católicos que contribuyen mensualmente. Algunos con el 1% de sus ingresos; otros con una determinada cuota mensual. Son más de 35.000 en la Diócesis los católicos con posibilidades de contribuir con el 1% de sus ingresos. Incorporar a esos hermanos a la vida y acción de la Iglesia es un gran desafío. Incorporarlos para que contribuyan con sus talentos, con su tiempo, con su aporte económico a la acción evangelizadora. ¡Cuánto más se podría hacer en la Diócesis al servicio de todos, si más creyentes compartieran sus talentos, su tiempo, su dinero! Ese es el desafío. Los sacerdotes, especialmente, estamos llamados a este esfuerzo serio de incorporación de más hermanos a las tareas de la Iglesia en todos sus diversos niveles. Para ser cada vez más una Iglesia en comunión y en participación de todos los que tenemos el don de la fe desde nuestro Bautismo.
En esta línea de integrar a más fieles al 1% a su Iglesia propongo un objetivo general y objetivos específicos.
Objetivo General.
Lograr que todos los católicos de la Iglesia Diocesana, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos, comprendan que el 1% es un signo claro y elocuente de su "ser Iglesia", de ser parte de ella; que es una acción fundamentalmente pastoral que busca integrar a los fieles en la comunidad eclesial y en la fidelidad en el seguimiento de Cristo y en la vivencia de su Evangelio.
Tareas:
Que los responsables del Boletín "Hacia la Cumbre" incluyan en sus ediciones mensuales artículos de reflexión y de evangelización del tema del dinero y de los bienes e informes periódicos y permanentes del uso de los bienes.
Objetivos específicos
.Tareas:
1. Que la Vicaría de Pastoral con el Director Diocesano de CALI organice en el año 2.000, una o dos jornadas con todos los sacerdotes de la Diócesis para profundizar el sentido evangélico del dinero.3. Que el Director de CALI continúe realizando jornadas de formación a todos los Visitadores y Retiros Espirituales en el año 2000. Y que promueva en cada Parroquia la búsqueda de nuevos visitadores y les dé adecuada formación.2. Que la administración del Obispado y el Director de CALI organice encuentros con los Consejos Económicos Parroquiales para una mejor organización administrativa en las parroquias.
4. Que cada Párroco y los Consejos Económicos Parroquiales intensifiquen en su respectivo territorio parroquial la acción pastoral de la CALI, evitando Bingos, Beneficios, Rifas, etc., que distraen tiempo y recursos e impiden el cumplimiento del deber del 1%.
5. Que los Párrocos integren en los Consejos Económicos Parroquiales a personas convenientemente preparadas en los asuntos económicos y pastorales para que su servicio sea eficiente, transparente y con hondo sentido eclesial.
6. Que la Vicaría pastoral y el Director de CALI ayuden a crear conciencia en todos los fieles, que la CALI es una obligación y que no es reemplazable por el apoyo - bueno y legítimo - a obras de caridad.
1. Incorporar en las tareas formativas, especialmente en la Catequesis Familiar, el tema de la CALI.
Tareas:
1. Que el Director de CALI apoye con encuentros formativos a cada parroquia acerca del sentido de pertenencia a la Iglesia, a través de la CALI, especialmente en los grupos de Catequesis Familiar; para ello que los Párrocos den las facilidades correspondientes
2. Mantener contacto permanente y periódico con todos los creyentes y sus familias que muestran su pertenencia a la comunidad creyente a través de la CALI.
Tareas:
1. Que el Director Diocesano de CALI organice el archivo centralizado de todos los erogantes de la Diócesis. Que los Párrocos colaboren para que esto sea realizado en el curso del primer semestre del año 2000.2. Que la Vicaría de Pastoral con el Director Diocesano de CALI y los Párrocos mantengan contacto periódico con los erogantes, a través de Boletines, informes, saludos de Navidad, etc.
3. Realizar acciones profundamente motivadoras para captar más fieles a la CALI, como un signo claro y elocuente de su pertenencia a la Iglesia.
Tareas:
1. Que el Director Diocesano de CALI, con los Párrocos promuevan campañas especiales en las Parroquias para lograr que más fieles se integren a la CALI.2. Que la Administración de Bienes y el Director de CALI promuevan en la Iglesia diocesana la erogación de los fieles a través de los Bancos y Tarjetas de Crédito.
3. Que el Director Diocesano de CALI promueva la organización de la CALI en las dos Parroquias, donde aún no funciona.
4. Informar con transparencia a la comunidad diocesana y a cada comunidad parroquial del uso de los recursos económicos.
Tareas:
1. Que el Consejo Económico Diocesano y los Consejos Económicos Parroquiales informen periódicamente de los ingresos y egresos con transparencia y espíritu eclesial.
5. Crear en la Diócesis una corriente de solidaridad con las parroquias más pobres. (cfr. Carta del Obispo acerca del dinero).
Tareas:
1. Que la Administración de Bienes del Obispado estudie la realidad económica de cada parroquia y proponga acciones concretas de compartir fraterno y solidario con las parroquias más pobres de la Diócesis, como un modo de hacer realidad aquello de San Pablo: "Al que tenía mucho no le sobraba; al que tenía poco no le faltaba". ( II Cor. 9,15)
III. CONCLUSIÓN.
Ruego a todos los agentes pastorales, especialmente a los sacerdotes, consagrados y miembros de los consejos económicos diocesano y parroquiales estudiar y profundizar en el contenido de esta carta: Y, con la gracia de Dios, ponerla en práctica, en el verdadero espíritu que la anima: ayudar a tomar conciencia práctica a todos los creyentes de la corresponsabilidad en la vida y en la misión de Iglesia retornando a Dios nuestros talentos, nuestro tiempo, nuestro dinero.
+ ALEJANDRO GOIC KARMELIC, OBISPO DE OSORNO
4 de abril del año 2.000.-
ANEXO
ACTUAL REALIDAD ECONOMICA DEL OBISPADO DE OSORNO.
En mi carta de Julio de 1998 que escribí en el contexto del inicio de los trabajos del Edificio San Mateo, describí en detalles todo lo que se refiere a los ingresos y egresos económicos.
Hoy, terminado el Edificio San Mateo e instalado en él todos los servicios del Obispado, quiero presentar la actual situación económica.
Ingresos mensuales:
1% a la Iglesia (30% del total de la CALI) $ 2.600.000.-
Edificio San Mateo (arriendo locales comerciales 7.407.172.- ; tres oficinas, estacionamiento).
Otros arriendos (Notaría- Planvital) 2.000.000.-
Fondo formación de personas. 173.333.-
Total ingresos: $ 12.180.505.-
Egresos mensuales:
Electricidad, consumo $ 435.000.-
Aseo mensual 300.000.-
Gastos comunes Ed. San Mateo 19.000 .-
Agua - teléfonos 285.000.-
Mantención edificios 80.000.-
Comisión cobranza arriendos 295.000.-
Seguros 140.000.-
Sueldos personal, asignaciones sacerdotes, religiosas 6.150.000.-
8 seminaristas 1.080.000.-
Previsión clero (Mutual Pax) 283.000.-
Conferencia Episcopal y Celam 80.000.-
Mantención Equipos 60.000.-
Contribuciones 450.000.-
Caja Chica 150.000.-
Vigilancia 15.000.-
Otros 100.000.-
Perfeccionamiento (dos sacerdotes en Europa) 433.333.-
Total Egresos: $ 10.353.333.-
- Total previsto ingreso mensual $ 12.180.505.-
- Total previsto egreso mensual $ 10.353.333.-
Saldo a favor previsto $ 1.827.172.-
Hay que destacar que en estos egresos no se señalan los costos de los programas pastorales. El promedio mensual aproximado supera los tres millones. Es difícil en este campo tener un presupuesto exacto(Ver mi carta anterior 2.2.b.). Ha habido ayudas del extranjero para determinados proyectos pastorales. Ayuda que hoy es casi imposible de obtener. A futuro deberá usarse de los saldos a favor de los ingresos mensuales del Obispado. Aquí surge la necesidad de potenciar el 1% a la Iglesia de los fieles, como una forma concreta de corresponsabilidad eclesial, y para desarrollar las diferentes tareas pastorales.