EL ESPIRITU QUE ES SEÑOR Y DA VIDA
AÑO PASTORAL 1998
A los sacerdotes, religiosas y religiosos, diáconos permanentes; a los seminaristas; a laicas y laicos de organismos diocesanos, colegios y movimientos apostólicos; a todas las parroquias y comunidades; a todos los fieles de la iglesia diocesana de Osorno.
Queridos amigos y hermanos:
Con gozo y esperanza iniciamos este nuevo año de acción pastoral que la gracia de Dios nos concede vivir.
A todos ustedes mi profunda gratitud por el espíritu eclesial que les anima y la generosa donación en los diversos campos de las tareas apostólicas. ¡Dios les bendiga y recompense con su amor y paz!.
El año pasado, por esta misma fecha, les entregaba la carta "Jesucristo ayer, hoy y siempre", que nos recuerda lo esencial de la acción evangelizadora: la primacía de Jesucristo en toda la acción pastoral; en esta carta de 1998, año del Espíritu Santo, en preparación a la celebración del Jubileo del año 2000 renovamos nuestra fe y amor en Dios Padre, en Dios Hijo y en Dios Espíritu Santo. Las orientaciones y criterios pastorales siguen en continuidad con los años anteriores.
Les pido a todos su generosa colaboración para, con la gracia de Dios, seguir avanzando en las tareas de evangelización en un gran espíritu de unión y comunión eclesial.
Presento esta carta con el siguiente esquema:
1) EL Espíritu que es Señor y da vida.
2) Líneas que deben atravesar toda la acción pastoral de nuestra Iglesia.
2.1 Dimensión celebrativa de la fe y espiritualidad
2.2 Formación de personas: cristianos convencidos y convincentes
2.3 Dimensión misionera de toda la pastoral
2.4 Cercanía real y efectiva a los más pobres y sufrientes
2.5 Caminar todos decididamente en la pastoral de conjunto
3) Tareas pastorales 1996-2000(de las cartas de 1996-1997, con leves modificaciones)
3.1 Anuncio de Jesucristo y espíritu misionero
3.2 Formación y catequesis
3.3 Vida espiritual y litúrgica
3.4 Compromiso con los pobres y solidaridad
3.5 Evangelización de la cultura y comunicación social
3.6 Comunión y reconciliación
4) Algunos proyectos pastorales específicos
4.01 Acción misionera permanente
4.02 Preparación al Jubileo del año 2000
4.03 Visita Pastoral del Obispo
4.04 Directorio pastoral sacramento¡
4.05 Renovar la Confirmación
4.06 Casa de la familia
4.07 Los jóvenes y su evangelización
4.08 Formación permanente
4.09 Pastoral de los decanatos
4.10 Solidaridad económica
4.11 Comisión diocesana de santuarios y religiosidad popular
4.12 Seminario de formación para Secretarios(as)parroquiales
4.13 Consejo Diocesano de Pastoral
4.14 Biblioteca Diocesana
5) Conclusión
1) El Espíritu que es Señor y da vida
En el itinerario de la Iglesia en preparación al gran Jubileo de nuestra fe en el año 2000, el año recién pasado estaba dedicado a Jesucristo, que es el mismo, ayer, hoy y siempre"(Hb. 13,8), y en el cual hemos querido vivir la primacía de Jesucristo en toda la acción pastoral de la Iglesia.
En continuidad con lo vivido, este año 1998 está dedicado al Espíritu Santo, el Espíritu que es Señor y da vida, pues "nadie puede decir "Jesús es Señor" sino por influjo del Espíritu Santo" (1 Cor. 12,3).
Todo el misterio de Jesucristo acontece "por obra y gracia de¡ Espíritu Santo", el cual nos revela el protagonismo del Padre en el envío de¡ Hijo, en el despliegue de su misión, en el Misterio Pascual, en la edificación de la Iglesia y su misión en el mundo.
Toda nuestra Iglesia, -cada creyente, cada parroquia, colegio, movimiento apostólico, organismo diocesano, etc. - está llamada a acoger el protagonismo de Dios en nuestra historia "por obra y gracia del Espíritu Santo, y colaborar activamente con Él a través de iniciativas concretas que hagan posible el encuentro transformador con Jesucristo, que edifiquen nuestra Iglesia como comunidad fraterna en misión "hasta ser morada de Dios en el Espíritu"(Ef 2, 22), y que muestren en nuestro mundo de cada día la Novedad de Dios en plenitud, pues "lo que el ojo no vio, ni el oído no escuchó, ni el entendimiento humano imaginó, es lo que Dios tiene preparado a los que le aman" (1 Cor. 2,9).
De esta manera, en este año queremos acoger y cultivar la virtud de la Esperanza, fundada en el protagonismo de Dios en nuestra historia; queremos prestar particular atención a la gracia del sacramento de la Confirmación y sus procesos catequéticos; queremos acoger con renovado amor y gratitud la cercanía maternal de María, Mujer de Esperanza, y juntos colaborar en la unidad de la Iglesia y su misión.
Brevemente, quisiera recordar algunos aspectos de la misión del Espíritu Santo que estamos llamados a acoger y cultivar.
a) El Espíritu Santo nos conduce al encuentro, adhesión y seguimiento de Jesucristo
Así como nadie puede reconocer a Jesús como Señor si no es por la acción del Espíritu Santo(cf. 1 Cor. 12,3), el mismo Espíritu es quien intercede por nosotros (cf. Rom. 8,26)y Él nos conducirá a la verdad completa(cf. Jn 16,13)que es el mismo Jesucristo.
Nuestro camino de fe es la disponibilidad a dejarnos conducir por el Espíritu, que sopla donde quiere y como quiere(cf. Jn 3,8), hacia un renovado encuentro con Jesucristo. Estamos, pues, llamados a cultivar y poner los medios para una honda "vida espiritual", una "vida según el Espíritu"(cf. Rom. 8,5 ss)en el seguimiento de Jesucristo.
b) El Espíritu Santo edifica la Iglesia como comunidad fraterna en misión
El Espíritu Santo es el "alma" de la Iglesia, Él la edifica como Cuerpo de Cristo en una multitud y diversidad de miembros, y hace la unidad en el sólido vínculo de la caridad.
El Espíritu Santo es el autor de la diversidad de dones y carismas para la edificación mutua en la unidad(cf. 1 Cor 12,4-11). La colaboración con la obra del Espíritu pasa por acoger la diversidad como don del Espíritu que hace la unidad.
Nuestra vida eclesial requiere que explicitemos más la acción protagónica del Espíritu en medio nuestro, pues -como decía hace algunos años un hermano Obispo de la Iglesia oriental- "sin el Espíritu Santo, Dios queda lejano, Cristo permanece en el pasado, el Evangelio es letra muerta, la Iglesia una simple organización, la autoridad un despotismo, la misión una propaganda, el culto un puro recuerdo, y la praxis cristiana una moral de esclavos".
c) La opción por los pobres es fruto del Espíritu Santo
En la sinagoga de Nazaret, Jesucristo proclamó su misión como el Ungido por el Espíritu:
"El Espíritu del Señor está sobre mí, porque Él me ha ungido. Me ha enviado a dar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar el año de la gracia de Dios" (Lc. 4,18-19).
Así como la opción de Jesucristo por los pobres tiene su fuente en la unción del Espíritu Santo, así también estamos llamados a renovarnos y profundizar, por la acogida del Espíritu, el camino de esta opción de Jesucristo que Él quiere seguir hoy en su Iglesia como el gran signo de la Novedad de Dios (cf. Mt 11,4-6; EN 12).
d) El Espíritu de Dios hace los santos que el mundo n Necesita
Nuestro mundo tiene necesidad de testigos que muestren y anuncien todo lo nuevo que Dios está haciendo en medio nuestro y la plenitud de vida a que nos llama.
Esos testigos son los santos, quienes nos muestran el Evangelio vivido en este mundo. Es la acogida del Espíritu Santo y la docilidad a dejarse conducir por Él la que ha hecho de estos hombres y mujeres una "obra maestra" de Dios en el mundo.
Acoger entre nosotros el llamado a la santidad cultivarlo y anunciarlo es consentir a dejarnos transformar por el Espíritu como una obra y don de Dios para este mundo.
¡Ven Espíritu Santo!
2) Líneas que deben atravesar toda la acción pastoral de nuestra Iglesia
Nuestra pastoral, en cualquiera de sus expresiones, debe estar atravesada por cinco aspectos, que presento a continuación:
2.1. - Dimensión celebrativa de la fe y espiritualidad
Quiero reiterar aquí lo afirmado ya varias veces: " La sagrada liturgia ha de ser siempre el centro de la vida de la Iglesia"(Juan Pablo 11). Es en la celebración de la fe donde el pueblo convocado por el Señor vive, en modo particular, el encuentro personal y comunitario con el Dios de la Vida que nos constituye como su pueblo, nos transforma y nos envía. Al mismo tiempo, toda la actividad de la Iglesia se ordena hacia la glorificación de Dios, la cual tiene su expresión en la alabanza de la celebración litúrgica.
Ruego a todos profundizar, y hacer vida la carta "Celebremos gozosos el encuentro con el Señor" de Junio de 1996.
Todos los creyentes de esta Iglesia diocesana, y muy particularmente, los que tenemos responsabilidades en la acción pastoral, estamos llamados a vivir una experiencia gozosa de Dios como amigo, como Salvador. En la raíz de todos los evangelizadores es necesaria una vida en el espíritu. Es necesario favorecer ampliamente los retiros espirituales, talleres de oración, jornadas Normativas, adoración al Santísimo sacramento, vigilias de oración. La Eucaristía ha de ser el centro de toda celebración. El amor y la devoción a la Madre de Dios es una fuente de espiritualidad para todo creyente.
2.2. -Formación de personas: cristianos convencidos y convincentes
Siempre la Iglesia ha necesitado de cristianos que sepan dar razón de su fe y de su esperanza. Y en la hora actual, esto es mucho más apremiante, frente a tantas falsas ofertas y relativismos de todo tipo que solicitan la voluntad y la inteligencia de los seres humanos.
Creyentes que conozcan y amen a Cristo. Creyentes que procuren vivir el Evangelio y sientan la urgencia de anunciar lo que han visto y oído.
Hemos ido avanzando en los procesos de formación permanente. Hemos de continuar en ese camino con decisión y perseverancia. En cualquier sector de la pastoral que nos encontremos tenemos que tener esta honda inquietud de formar cristianos convencidos y convincentes.
2.3. - Dimensión misionera de toda la pastoral
El apóstol Pablo, modelo de evangelizador grita: "¡Ay de mí si no evangelizara!". La Misión no es sólo tarea del Departamento de Misiones, creado en 1996, y que tanto ha contribuido a la toma de conciencia de la urgencia misionera.
Jesús ha sido, el primero y el más grande evangelizador. La mirada a Él en los Evangelios nos iluminará en nuestra propia misión.
Aquí cabe a todos una sincera revisión: nuestras parroquias, comunidades, colegios, movimientos, etc. ¿son realmente misioneros? ¿Los Organismos Diocesanos están ayudando a crear esta conciencia misionera?.
2.4. - Cercanía real y efectiva a los más pobres y sufrientes
Una vez más -como Iglesia- queremos reafirmar nuestro amor preferente -no excluyente- por los más pobres y sufrientes. Un signo de la presencia del Reino es que los pobres son evangelizados. La Iglesia ama a todos y a todos quiere salvar y anunciar el gozo de la Buena Nueva.
Hay un llamado de Dios a ser solidarios con los más débiles. Hay un llamado de Dios a trabajar por una sociedad más justa y dignificadora de los más pobres.
2.5. - Caminar todos decididamente en la pastoral de conjunto
Les decía al llegar como pastor de la diócesis: "La pastoral de conjunto es y será una tarea permanente entre nosotros, pues una pastoral de conjunto no es ni un método optativo ni una táctica ocasional, sino que es el modo práctico y concreto de ser una Iglesia-Comunión al servicio de la misión evangelizadora. Una pastoral de conjunto que valore a todos los miembros de la Iglesia e integre en comunión y en misión a laicos, consagrados y sacerdotes"(homilía toma de posesión 25-XI-1994).
En este año y en los venideros, fortaleceremos los diversos consejos de pastoral(parroquiales, diocesanos, económicos, etc.)que son formas concretas de participación y de comunión. Continuaremos haciendo esfuerzos serios de optimización de los recursos materiales para un mejor servicio. La pastoral de conjunto exige una actitud interior y de espiritualidad que valore a cada miembro de la Iglesia y le permita poner en ejercicio toda su capacidad y potencialidad en bien de todos.
3) Tareas pastorales 1996-2000(de las cartas de 1996 -1997 con leves modificaciones)
En esta carta pastoral, quiero reiterar las grandes tareas señaladas en 1996 y 1997. Las propongo siguiendo el esquema que presentan las Orientaciones Pastorales 1996 -2000 de la Conferencia Episcopal de Chile.
3.1. - Anuncio de Jesucristo y espíritu misionero
a) Reiterando lo dicho de darle a toda la pastoral una dimensión misionera, quiero proponer una acción misionero permanente en campos y ciudades. Esto supone:
Ayudar a despertar vocaciones misioneras de laicos que dediquen algunas horas cada semana a la evangelización.
Iniciar con ellos un proceso de formación que incluya doctrina, espiritualidad, metodología, etc.
Visitas domiciliarias.
La celebración del Mes de María Misionero.
La transmisión de la Palabra de Dios, a través de cursillos bíblicos sencillos.
En 1996 iniciamos la selección de misioneros en orantes, visitadores y activos y su preparación con encuentros mensuales de formación a nivel diocesano y a nivel parroquial.
En 1997 se realizaron en casi toda las parroquias acciones misioneras sectoriales y la formación de misioneros con jornadas mensuales.
En 1998 y en los años venideros continuaremos profundizando esta tarea misionera como prioridad absoluta de nuestra pastoral diocesana.
b) Nuestra vocación misionera nos lleva a insistir en la pastoral de la familia, núcleo básico de la existencia humana y para la transmisión de la fe.
El Departamento de la Pastoral Familiar y los movimientos apostólicos vinculados a la familia tienen aquí una gran tarea.
Ayudar a toda la Iglesia diocesana a profundizar el verdadero sentido del amor humano; vivir la maternidad y la paternidad responsable; la preparación de los novios al matrimonio en íntima relación y coordinación con el Departamento de Catequesis.
Crear un centro especializado en paternidad responsable.
Una atención pastoral apropiada para situaciones especiales: madres solteras, separados, viudos, separados vueltos a casar, etc.
Es necesario dar a conocer el servicio que ofrece el Oficio Judicial, para procesos de nulidad matrimonial.
- Despertar el celo apostólico de las familias cristianas para que hagan suya la tarea de la nueva evangelización.
c) Los jóvenes serán siempre en nuestra Iglesia una prioridad pastoral. Esfuerzo fundamental de cada parroquia y comunidad cristiana será la organización de comunidades juveniles. Los encuentros de oración y diálogo con el Pastor que se realizaron en 1997 constituyeron una experiencia muy rica y significativa.
El Departamento de pastoral Juvenil ayudará en:
Los procesos formativos de animadores y asesores de la pastoral juvenil.
La organización de acciones concretas de amor, servicio y solidaridad.
La preocupación por los jóvenes en situaciones difíciles por efecto del alcohol, la droga, etc.
Crear una mística entusiasmante en el seguimiento de Jesús y en la vivencia del Evangelio.
Formar en los jóvenes el espíritu misionero, para que desarrollen una personalidad apostólica.
Deberá acentuarse en el futuro inmediato la preocupación por la evangelización de los jóvenes universitarios, de institutos de educación superior y centros profesionales.
d) Los Colegios Católicos de la diócesis son un aporte importantísimo en la formación cristiana de nuestros niños y de nuestros jóvenes. Hay ahí un potencial extraordinario para las tareas de evangelización, incluyendo a los padres, apoderados, docentes, etc. Esperamos realizar un esfuerzo de coordinación pastoral entre los colegios de Iglesia para potenciar su fuerza evangelizadora.
e) Los Niños son nuestra esperanza. Lo que reciben a temprana edad es fundamental para su futuro. La Infancia Misionera es un precioso camino para inculcarles -desde pequeños- el amor por la evangelización y la persona de Jesús. Es de desear que en cada parroquia de la Iglesia diocesana exista un grupo de niños que vayan entrando en esa mística. El Departamento diocesano de las Obras Misionales ofrecerá todo el apoyo necesario. La Catequesis, los Scouts, el Moani, etc... son otros medios de evangelización de los niños.
f) La Pastoral vocacional nos ha recordado el Papa debe "ser prioridad por parte de los obispos y una exigencia de todo el pueblo de Dios". Seguiremos dando un impulso a la pastoral vocacional a fin de suscitar presbíteros, diáconos permanentes, religiosos, religiosas, miembros de institutos seculares, etc... para la Nueva Evangelización.
Todos los primeros jueves de mes, en toda la Iglesia diocesana tendremos una oración especial por el despertar de las vocaciones. La Semana de Pastoral Vocacional será celebrada con especial importancia cada año.
3.2. - Formación y Catequesis
Los profundos cambios culturales nos desafían a formar agentes pastorales y evangelizadores que den razón de su fe y esperanza cristiana.
En este campo tenemos tareas urgentes e importantes:
La formación de todos nuestros catequistas: de Primera Comunión, de Confirmación, Catequesis pre-bautismal, pre-matrimonial, etc.. El Departamento diocesano de Catequesis, de acuerdo a los requerimientos formulados de las parroquias, tratará de responder a estos anhelos de formación.
En este año dedicado especialmente al Espíritu Santo es el tiempo adecuado para renovar la preparación y la celebración del Sacramento de la Confirmación, como sacramento de la madurez personal y de la misión eclesial. Lo propio de este sacramento es despertar en el corazón del creyente su dimensión de testigo y apóstol de la fe.
La formación permanente de los sacerdotes, religiosos, diáconos permanentes.
Una tarea especial le cabe al Área de Educación y a la Catequesis en la formación del profesorado y particularmente de los profesores de religión; la formación de los coordinadores y animadores de las comunidades de base, será una especial preocupación del Departamento de Comunidades y Ministerios(Comin).
3.3. - Vida espiritual y litúrgica
Para responder a esta línea pastoral:
Se creó en 1996 el Centro de Espiritualidad, en memoria de Mons. Francisco Valdés S. Este Centro procurará rescatar la vida, obra y testimonio de nuestro primer obispo diocesano e impulsará una fuerte corriente de espiritualidad en el seguimiento de Jesucristo de todos los fieles de la Iglesia diocesana, promoviendo retiros espirituales, particularmente entre todos los laicos que tienen compromisos apostólicos en la Diócesis.
El Departamento de Liturgia ayudará a la formación de los integrantes de los equipos litúrgicos de parroquias y comunidades, particularmente en la formación de lectores, guías, coros, etc. Especial preocupación tendrá por la preparación de los animadores de celebraciones dominicales. El ideal es que cada comunidad, se reúna cada Domingo para celebrar el Día del Señor. La manera óptima de celebración del Domingo es con la Eucaristía; como ello no es posible en cada capilla, persiste el llamado del Señor a santificar el día Domingo.
Quiero señalar la importancia del Sacramento de la Penitencia y de la adecuada preparación de la homilía por parte de quienes tenemos ese servicio como sacerdotes.
En la Iglesia diocesana hay muchas expresiones de religiosidad popular. Valorar esas expresiones y ayudarlas a través de una adecuada pedagogía, a una mayor profundidad y participación en la vida sacramental es tarea urgente y necesaria.
3.4. - Compromiso con los pobres y solidaridad
La vida y el sufrimiento de los pobres y necesitados ocupan un lugar singular, no sólo en la pastoral de la Iglesia, sino en su propia identidad. "Esta línea de la Iglesia cobra hoy actualidad en un país decidido a superar la marginación y la extrema pobreza y en que, sin embargo, tiende a dominar una cultura del consumo que, a menudo, se olvida de los pobres y de los necesitados: enfermos, privados de libertad, gente sola y abandonada- (00.PP. Nº 132).
En esta materia seguiremos trabajando y fortaleciendo:
Caritas diocesana continuará en sus importantes servicios a las adolescentes embarazadas, a la educación y prevención del SIDA, el apoyo a los ciegos, a la atención de los adultos mayores, a responder a las urgencias de los más pobres y generar en el futuro, en relación con otros organismos diocesanos, acciones de educación y prevención para enfrentar los problemas derivados del alcohol, la droga, la delincuencia.
Las obras de la fundación Betsaida, el Hogar "San José", el Hogar "Santa María", el hogar de Cristo", son señales claras de la cercanía de la Iglesia a los más sufrientes y débiles. Es necesario prestarles todo nuestro apoyo y solidaridad.
Las Misiones de la Costa, la Fundación "Cristo Joven" y la Fundación del "Santuario Nuestra Señora de la Candelaria", con su servicio generoso y abnegado a la educación de niños y jóvenes muestran claramente el amor preferente de la Iglesia por ellos.
A fines de 1996, se constituyó la Fundación "'Misiones de la Costa" que unificará las obras educativas, de salud y de promoción al servicio de los habitantes del sector de la Costa, especialmente en el mundo huilliche.
La pastoral cancelara y hospitalaria son expresiones concretas de preocupación por los más pobres y sufrientes. Es necesario incorporar en ambas pastorales a más laicos.
La enseñanza de la doctrina social de la Iglesia aparece como fundamental para ayudar a un cambio de mentalidad y crear corrientes de solidaridad y de sobriedad de vida.
La Iglesia diocesana tiene que valorar y apoyar las organizaciones de los sectores más pobres, para que ellos puedan ser protagonistas de su propio desarrollo y no simples beneficiarios Pasivos de iniciativas ajenas a ellos (cf. 00.PP. Nº 139).
Valorar el aporte a la Iglesia y a la sociedad de los Profesionales y Empresarios. Confiamos iniciar una acción pastoral específica este año para este sector de nuestra Iglesia.
Es necesario "una nueva generación que no viva de los espejismos del lucro y del consumismo, sino que esté cimentada en las mejores tradiciones de sobriedad, solidaridad y generosidad que anidan en el corazón de vuestro pueblo"(Juan Pablo II a los obispos de Chile).
3.5. - Evangelización de la cultura y comunicación social
Uno de los elementos que más influyen en nuestra sociedad actual y en nuestra cultura es el de las comunicaciones sociales. Los grandes cambios que se aproximan en la tecnología de las comunicaciones, producirán cambios también en nuestro modo de pensar. Esto implica formar cristianos aptos para trabajar en los medios de comunicación social y dar una esmerada formación cristiana y pastoral a quienes dirigen o trabajan en estos medios.
El Departamento de Comunicación Social de la Diócesis tiene aquí una gran tarea pastoral. Continuar con la capacitación de comunicaciones en la base, la preparación de programas radiales y la emisión del Boletín "Hacia la Cumbre", como instrumento de unidad pastoral.
3.6. - Comunión y Reconciliación
El Señor nos quiere unidos al interior y exterior de la Iglesia. Ella es instrumento de unidad.
Para potenciar la unidad
interior propongo:
Con la visita pastoral del Obispo se constituirá en cada parroquia el Consejo Pastoral Parroquial. Constituidos en todas las parroquias llegaremos a la formación de¡ Consejo Pastoral Diocesano. Durante este año 1998 entregaré algunos criterios generales sobre estos Consejos.
En 1997 se entregó el "Directorio pastoral sacramental diocesano" que tienen como objetivo principal unificar criterios teológicos, litúrgicos y pastorales en la administración de los diversos sacramentos. Es deber de todos estudiar en profundidad este Directorio y ponerlo en práctica.
El Departamento de Comunidades y Ministerios(COMIN)ayudará, con otros equipos diocesanos, a unificar criterios en la formación de los diáconos permanentes, de los ministros extraordinarios de la Eucaristía y otros ministerios. La formación de los Acólitos y criterios para su selección es otro campo que requiere profundización.
La dimensión económica y una vertiente de solidaridad evangélica en el uso de los recursos es un aspecto que debe ayudarnos a la comunión y al compartir.
Con la gracia de Dios, esperamos caminar en la clara orientación de la Palabra Divina que nos señala que "al que tenía mucho, no le sobraba; al que tenía poco, no le faltaba,"(2Cor 8,15). La transparencia en el uso de los recursos, la información clara y oportuna, el compartir fraterno, serán signos elocuentes y testimoniales de la comunidad creyente.
La creación de los Consejos Económicos Parroquiales deberá ser, con la gracia de Dios, uno de los frutos de la visita pastoral del Obispo con una real participación laical.
El Consejo de Asuntos Económicos ha continuado los estudios para la construcción de¡ futuro edificio del Obispado. Ya se ha recuperado el terreno. La futura construcción busca obtener mayores recursos para la acción pastoral y su distribución solidaria y que confiamos iniciar en el primer semestre del presente año.
El amor y respeto por las diversas expresiones de la fe católica. La valoración de los Movimientos Apostólicos(Cursillos, Encuentros matrimoniales, Legión de María, Renovación Carismática, etc.)y la riqueza de sus aportes a la pastoral de conjunto. Los dirigentes de estos movimientos con la coordinación de la Vicaria Pastoral se reunirán periódicamente para un mayor conocimiento e integración a la pastoral de conjunto.
Para potenciar la unidad
exterior propongo:
"En el seno de la Iglesia tenemos que ser capaces de convivir con diversas apreciaciones de la realidad social, de la cultura adveniente... la fe tiene que hacernos capaces de derribar los muros que los hombres construimos" (OO. PP. Nº 155).
El diálogo ecuménico, con otras expresiones de fe, no siempre es fácil, pero es absolutamente necesario.
Trabajar por la reconciliación, el respeto de unos con otros, el cuidado en el lenguaje en materias opinables, etc. , son expresiones concretas de búsqueda de unidad y de comunión.
4) ALGUNOS PROYECTOS PASTORALES ESPECÍFICOS
4.01. - Acción misionera permanente
En casi todas las Parroquias se han formado los Equipos Misioneros Permanentes. En 1998, constituidos en todas las Parroquias, continuaremos con la formación de los misioneros y con la realización, en sectores parroquiales, de acciones evangelizadoras. Se trata de una prioridad absoluta de nuestra Iglesia diocesana a la cual ruego el máximo apoyo de todos los sacerdotes. Se trata de una acción en que hemos de incorporar con mucha fuerza a los laicos de la Diócesis.
4.02. - Preparación al Jubileo del año 2000
El año dedicado al Espíritu Santo es importante celebrarlo en continuidad con el año de Jesucristo, por el carácter cristológico y trinitaria de todo Jubileo.
"La Iglesia no puede prepararse al cumplimiento bimilenario si no es por el Espíritu Santo. Lo que en la plenitud de los tiempos se realizó por obra del Espíritu Santo, solamente por obra suya puede surgir de la memoria de la Iglesia"(T.M.A. 44.2).
Toda nuestra pastoral debe ser movida por la fuerza del Espíritu Santo. El estudio del evangelio de Lucas, el acoger y cultivar la virtud de ¡a esperanza, la renovación del sacramento de la confirmación y sus procesos catequéticos, la cercanía maternal de María, Mujer de Esperanza son algunos aspectos particularmente a tener en cuenta en este año jubilar. Con toda seguridad durante el año 1998 realizaremos en este contexto la peregrinación mariana".
4.03. - Visita pastoral del Obispo
La visita pastoral es una de las responsabilidades del Obispo en la conducción pastoral del pueblo de Dios a él confiada. En la visita pastoral se presenta al Obispo, en modo concreto, como principio y fundamento visible de la unidad de la Iglesia(L.G. 23).
En 1997 realicé la pre-visita pastoral a todas las parroquias de la Diócesis. A partir de Abril del presente año comenzaré la visita pastoral propiamente tal. Enviaré una carta en la cual explicará el estilo y espíritu de esta visita.
4.04. - Directorio pastoral sacramental
Se entregó a toda la Diócesis en 1997. Es necesario un esfuerzo constante de todas las parroquias para su estudio y puesta en práctica especialmente de los Catequistas, religiosos y sacerdotes, se trata de un precioso instrumento de unidad pastoral en la práctica sacramental, que todos hemos de asumir en espíritu de comunión eclesial.
4.05. Renovar el sacramento de la confirmación
El año del Espíritu Santo nos ofrece una oportunidad providencia¡ para subrayar la riqueza y la diversidad de la misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo.
Es necesario revisar los contenidos catequéticos del sacramento de la confirmación; la preparación y vivencia cristiana de los catequistas; la necesidad de una catequesis que simultáneamente lleve a acciones apostólicas concretas cada semana. El fomentar el espíritu de oración y una corriente de espiritualidad seria en los que se preparen al Sacramento; renovar con alguna celebración litúrgica el don de la Confirmación en los ya confirmados; etc...
4.06. - Casa de la familia
A fines de 1997 los diversos movimientos apostólicos vinculados a la familia y el departamento de Pastoral Familiar Diocesana iniciaron una reflexión para procurar crear la "CASA DE LA FAMILIA" con el objetivo de ofrecer a toda la comunidad un espacio dónde se presente en todas sus posibilidades el proyecto divino del amor humano, el ideal creyente del matrimonio.
Entre las posibles acciones a realizar estarían:
Formación al amor a los jóvenes en una preparación remota al matrimonio.
Paternidad responsable: ofrecer servicio de orientación y formación acerca de los métodos naturales de planificación familiar.
Consejería familiar: apoyo especializados matrimonios que viven situaciones particulares con aporte de personas convenientemente preparadas.
Espiritualidad matrimonial.
Pastoral de situaciones especiales; apoyo evangélico a madres solteras, separados, vueltos a casar, etc...
4.07. - Los jóvenes y su evangelización
Aquí les pido a todos un especial esfuerzo de reflexión y compromiso. Es un enorme desafío de evangelizar a los jóvenes hoy; conocerles en sus inquietudes, quererles, dedicarles tiempo, anunciarles el gozo del Evangelio y la persona de Jesús.
4.08. - Formación permanente
En la programación anual señalan-a nivel diocesano-los esfuerzos formativos para este año. Quiero destacar:
Para sacerdotes, diáconos permanentes, religiosas y religiosos, todos los primeros martes de mes, encuentros de profundización teológica y pastoral.
Para laicos jornadas cada dos meses y la escuela anual de verano.
Los sacerdotes diocesanos tendrán cuatro encuentros en el año(en la tarde anterior al primer martes de mes)con el objetivo principal de profundizar su espiritualidad. Lo mismo lo tienen ya las diversas congregaciones masculinas y femeninas en su propio carisma fundacional.
4.09. - Pastoral de los decanatos
Para seguir avanzando decididamente en la pastoral de conjunto es necesario fortalecer la reflexión y unidad de ambos decanatos: el urbano y el rural. Entregaré un breve documento acerca de las tareas del decanato y del decano.
4.10. - Solidaridad económica
Como ya lo señalaba antes(cf. 3.6)queremos vivir una mayor solidaridad en los recursos: llegar a un compartir fraterno con profundo estilo evangélico.
Haremos un esfuerzo serio de potenciar la contribución a la Iglesia y estudiaremos en conjunto -según las necesidades de cada comunidad- como vivir en la práctica concreta aquello de "al que tenía mucho, no le sobraba; al que tenía poco, no le faltaba" (2Cor 9,15).
4.1.1. - Comisión diocesana de Santuarios y Religiosidad popular
He visto y participado en las diferentes expresiones de fe y religiosidad popular: La Candelaria, Lourdes, San Sebastián, lnmaculada, etc. Es la fe de los sencillos que siempre nos impresionan. Es necesario un esfuerzo integrador para la acción evangelizadora.
Se creó la Comisión que estudiará todas estas expresiones de fe y buscará los mejores caminos para su adecuada evangelización.
4.12. - Seminario de formación para Secretarios(as) parroquiales
El primer rostro con el que se encuentran los hermanos que llegan a nuestras parroquias es con las secretarias(os)parroquiales: ellas acogen, orientan, animan. En 1997 reiniciamos un proceso de formación que continuaremos en los años venideros.
4.13. - Consejo Diocesano de Pastoral
Será el organismo más importante de comunión y participación del pueblo de Dios y que esperamos crear una vez constituidos en cada parroquia los Consejos Pastorales Parroquiales. El Consejo Diocesano de Pastoral constituirá el organismo de mayor representación de todas las organizaciones de la Iglesia laical.
4.14. - Biblioteca diocesana
Se está implementando su organización y oportunamente se dará a conocer a la comunidad para que constituya un servicio real de formación.
5) Conclusión
Confiemos todas las tareas de nuestra Iglesia diocesana a la Virgen María, Madre del Redentor.
"Ella, la Madre del amor hermoso, será para los cristianos que se encaminan hacia el gran Jubileo del tercer milenio la Estrella que guía con seguridad sus pasos al encuentro del Señor. La humilde muchacha de Nazaret, que hace dos mil años ofreció al mundo al Verbo Encarnado, oriente hoy a la humanidad hacia Aquel que es "la luz verdadera, aquella que ilumina a todo, hombre"(Jn. 1,9)" (Juan Pablo II).
OSORNO, 13 de Marzo de 1998